El preso político Onaikel Infante Abreu, actualmente recluido en la prisión Combinado del Este, en Cuba ha sido diagnosticado con cáncer de garganta tras una reciente biopsia. Su esposa, Sujay Acosta, expresó su profunda preocupación por la falta de acceso a tratamientos médicos y una dieta adecuada, lo que pone en grave riesgo la vida del activista.
Según declaraciones a ADN Cuba, Acosta está en proceso de recopilar documentación pertinente, incluyendo la historia clínica de Infante Abreu, con el fin de solicitar una licencia extrapenal. «Si no lo saco de ahí, se me muere. En la prisión no hay medicamentos; no hay nada», enfatizó Acosta, resaltando la crítica situación a la que se enfrenta su esposo.
Un enfermero en el lugar señaló que la enfermedad requiere un tratamiento especializado y una dieta específica, recursos que no están disponibles en la prisión. La esposa del preso comparte su desconfianza respecto a la actitud de las autoridades del régimen, temiendo que la licencia extrapenal solo sea concedida cuando la salud de Infante Abreu se deteriore irremediablemente. «Ellos son muy abusadores con los (presos) políticos», añadió.
Infante Abreu fue condenado a ocho años de prisión por su activismo político en contra del régimen en La Habana. Desde su detención en octubre de 2023, ha enfrentado acusaciones por delitos como propaganda contra el orden constitucional, desacato y atentado. Durante su arresto, sufrió un trato violento que incluyó golpes y el uso de balas de goma, tras lo cual fue transportado al Hospital Militar.
El activista ha permanecido en prisión sin juicio durante más de un año, siendo finalmente juzgado en noviembre de 2024. En este período, ha sido víctima de golpizas y torturas, según denuncian sus allegados. Las condiciones de su encarcelamiento y su reciente diagnóstico han motivado nuevas exigencias de justicia y tratamiento médico adecuado por parte de su familia y defensores de derechos humanos.
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