En el horizonte de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump se enfrentan nuevamente, presentando visiones diametralmente opuestas sobre temas candentes que afectan al país y al mundo.
Inmigración
Kamala Harris propone hacer permanentes las restricciones al derecho de asilo que se implementaron durante la administración de Joe Biden, en respuesta a las cifras récord de migrantes en la frontera. También aboga por una reforma prometiendo un «camino a la ciudadanía» para los indocumentados que residen en el país, aunque ha sido parca en detalles sobre cómo logrará esta objetivo. En contraste, Donald Trump reafirma su promesa de realizar deportaciones masivas, retomar la construcción del muro y eliminar beneficios para quienes huyen de sus países, pese a los desafíos legales que probablemente enfrentaría.
Aborto
El tema del aborto se ha convertido en un pilar central de la campaña de Harris, quien aboga por restaurar los derechos reproductivos mediante legislación, a pesar de las bajas probabilidades de alcanzar la mayoría necesaria en el Congreso. Trump, quien se enorgullece de los jueces que nominó al Tribunal Supremo y de la subsecuente anulación del derecho federal al aborto en 2022, ha prometido que vetaría una prohibición nacional si fuera aprobado por el Congreso, dejando a cada estado la libertad de regular la práctica.
Política Exterior
En el ámbito internacional, Harris aboga por poner fin a la guerra de Gaza mientras promete seguir apoyando militarmente a Israel y favorece una solución de dos Estados. También continuaría con el envío de armas a Ucrania y competiría de manera responsable con China. Por otro lado, Trump afirma que terminaría la guerra de Ucrania en 24 horas, sin detallar cómo lo lograría, criticando el envío de armas a Kiev, amenazando con salir de la OTAN y sin apoyar la creación de un Estado palestino.
Comercio
En cuestiones comerciales, Harris defiende aranceles específicos a productos como los vehículos eléctricos importados de China, pero rechaza un enfoque generalizado para evitar impactos negativos en las clases trabajadoras. En cambio, Trump propone un envejecido enfoque proteccionista, con aranceles entre el 10% y 20% a todos los productos importados, y un gravamen del 60% a las importaciones chinas, con la intención de relocalizar la producción a Estados Unidos.
Impuestos
La agenda fiscal de Harris incluye deducciones para pequeños negocios y un incremento de impuestos sobre grandes empresas del 21% al 28%, además de eliminar impuestos sobre las propinas. Trump, por su parte, busca extender el recorte de impuestos a grandes empresas de su mandato anterior y reducir la tasa impositiva para compañías que produzcan nacionalmente al 15%, eliminando impuestos sobre las horas extra.
Medio Ambiente
Harris respalda subsidios para energías renovables y vehículos eléctricos, aunque ha suavizado su oposición al fracking. En marcado contraste, Trump niega la crisis climática, se opone a las energías sostenibles y promete incrementar la producción de petróleo y gas, habiendo eliminado previamente diversas regulaciones ambientales y los Acuerdos de París.
Salud
En temas de salud, Harris planea extender subsidios de Obamacare, una expansión de cobertura médica crucial para las personas de bajos ingresos y se enorgullece de limitar el precio de la insulina. Trump, que intentó derogar Obamacare, ahora afirma tener un concepto de plan para modificarla, mientras promete recortar impuestos a las prestaciones de la Seguridad Social, poniendo en riesgo su financiamiento.
Armas de Fuego
Harris defiende controles de antecedentes más estrictos en la compra de armas y revela poseer una pistola semiautomática, un movimiento diseñado para contrarrestar críticas republicanas. Trump se presenta como un ferviente defensor de la Segunda Enmienda, marcándose como el mejor aliado de la Asociación Nacional del Rifle.
Marihuana
En el debate sobre la marihuana, Harris apoya la despenalización a nivel nacional y critica la encarcelación desproporcionada de afroamericanos y latinos por posesión de cannabis. Trump, por su parte, aboga por el cese de arrestos innecesarios por portar pequeñas cantidades de marihuana, alineándose parcialmente con el enfoque de descriminalización.
La carrera hacia la Casa Blanca entre Kamala Harris y Donald Trump delinea dos caminos divergentes para el futuro de Estados Unidos, cada uno con implicancias significativas para asuntos domésticos e internacionales que definirán el rumbo del país.