La reducción parcial de los aranceles entre Estados Unidos y China ha entrado en vigor este miércoles, marcando una tregua temporal en la prolongada guerra comercial entre las dos principales economías del mundo.
Durante el fin de semana, en un encuentro celebrado en Ginebra, ambas naciones acordaron disminuir las tarifas aduaneras de manera significativa. Washington se comprometió a reducir sus aranceles del 145% al 30%, mientras que Pekín ajustará sus tarifas del 120% al 10%. Este acuerdo comenzó a aplicarse a partir de la medianoche en Estados Unidos (04:01 GMT) y tendrá una vigencia de 90 días.
Por parte de China, el Comité de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado anunció que la reducción de gravámenes sería efectiva a partir de las 12:01 hora local del miércoles en China (04:01 GMT).
En las negociaciones de Ginebra, Pekín se comprometió a retirar varias medidas de represalia no arancelarias aplicadas desde el 2 de abril. Estas incluían restricciones a la exportación de tierras raras, la inclusión de diversas empresas estadounidenses en listas negras comerciales y una investigación antimonopolio contra el gigante químico estadounidense DuPont.
Por su parte, Estados Unidos accedió a eliminar los aranceles adicionales impuestos a China los días 8 y 9 de abril, aunque mantendrá aquellos impuestos antes del 2 de abril. Entre las razones se destaca el papel de China en el suministro de precursores para el fentanilo que atraviesan la frontera con México, lo que mantiene la tasa arancelaria mínima en un 30%. Washington no suprimirá tampoco los aranceles vigentes para automóviles, acero, aluminio y productos farmacéuticos, buscando con ello incentivar el retorno de esas industrias al país.
El acuerdo también contempla la creación de un mecanismo permanente de consulta, aunque los analistas consideran que esta tregua de 90 días no garantiza una paz comercial duradera.
La representación china en las negociaciones continuará bajo la dirección del viceprimer ministro He Lifeng, mientras que la delegación estadounidense estará liderada por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el representante de Comercio, Jamieson Greer. Las conversaciones futuras podrán tener lugar alternativamente en China, Estados Unidos o en un tercer país, sujeto a acuerdo mutuo.
Este acuerdo supone el primer acercamiento formal desde que la guerra comercial se intensificó en abril con la imposición de nuevos aranceles recíprocos, elevando los gravámenes a niveles sin precedentes: 145% para productos chinos y 125% para estadounidenses. La reunión de Ginebra, llevada a cabo los días 10 y 11 de mayo, representa un esfuerzo por moderar las tensiones entre las dos potencias económicas.
EFE
