El régimen cubano ha concedido la libertad condicional a la activista Yilian Oramas García, prisionera política que padecía un delicado estado de salud debido a su condición como paciente de VIH y otras patologías crónicas. Oramas, quien fue detenida en 2021 por participar en protestas, cumplía una condena de seis años en la prisión Cuba-Panamá, ubicada en Mayabeque, un establecimiento destinado a personas con VIH/Sida.
La madre de Oramas ha confirmado que su hija se dirige hacia su hogar en Santa Clara tras su liberación. Esta acción se produce en un contexto de preocupaciones crecientes sobre la salud de la activista, cuya carga viral había superado los dos millones en julio, un indicador de su grave estado de salud que incluía una posible cardiopatía isquémica. Además, se informa que durante su reclusión, Oramas fue privada del acceso a medicamentos y a una dieta adecuada para su condición médica.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) ha celebrado la liberación de Oramas y ha reiterado su llamado para la liberación de todos los presos políticos en Cuba. La organización ha denunciado las condiciones carcelarias adversas que enfrentan los prisioneros políticos en la isla, especialmente aquellos con enfermedades crónicas, y ha exigido garantías mínimas de salud y justicia para quienes ejercen su derecho a la protesta.
El caso de Oramas ha ganado notoriedad como un ejemplo de las dificultades enfrentadas por los presos políticos en el sistema penitenciario cubano, y ha sido objeto de intensas campañas de denuncia en redes sociales. Oramas fue arrestada junto a su esposo y otros manifestantes que exigían mejoras en la atención hospitalaria durante la pandemia de Covid-19, y su liberación condicional representa un rayo de esperanza para los defensores de los derechos humanos que continúan abogando por cambios en las políticas cubanas hacia los prisioneros políticos.
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