La fiscal federal del Distrito Sur de Nueva York, Danielle Sassoon, presentó su renuncia el pasado jueves luego de recibir instrucciones del Departamento de Justicia para retirar los cargos por corrupción contra el alcalde de la ciudad, Eric Adams. Según fuentes cercanas al caso, citadas por el New York Times, Sassoon informó su dimisión mediante un correo electrónico dirigido a los miembros de su departamento.
En su mensaje de despedida, la fiscal expresó: «Hoy he renunciado a mi cargo. Ha sido un honor representar a Estados Unidos y luchar por la justicia como fiscal en el Distrito Sur de Nueva York». Esta declaración subraya la tensión generada por la orden del Departamento de Justicia, bajo la administración de Donald Trump, que exigía la retirada de los cargos.
El mencionado memorando, emitido por Emil Bove, exabogado penal personal de Trump y alto funcionario del Departamento de Justicia, solicitaba la eliminación de las acusaciones contra Adams «tan pronto como fuera posible». Estas acusaciones, formuladas en septiembre, incluían cargos de soborno, fraude electrónico y conspiración para aceptar contribuciones extranjeras en su campaña electoral. Eric Adams, quien se declaró no culpable, ha mantenido una relación cercana con Trump, lo cual podría haber influido en la decisión del Departamento de Justicia.
El juicio de Adams estaba programado para abril, justo antes del inicio de las primarias demócratas para la alcaldía, un evento crucial donde se determinará su futuro político. La renuncia de Sassoon resalta la controversia y las posibles implicaciones políticas en torno a este caso que ha captado la atención tanto del público como de la comunidad jurídica.
Este acontecimiento plantea numerosas interrogantes sobre la independencia del poder judicial frente a presiones políticas y cómo estas decisiones pueden influir en futuros procesos legales y electorales en Estados Unidos.
El Nacional