La disidente cubana Rosa María Payá, nominada por Estados Unidos, fue elegida recientemente como nueva integrante de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) durante la 55 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), llevada a cabo en Antigua y Barbuda. Payá se convierte en la primera cubana en ocupar este relevante puesto.
Payá, reconocida por fundar la organización Cuba Decide y por ser hija del también disidente Oswaldo Payá, cuya muerte en 2012 fue atribuida al régimen cubano por la CIDH, obtuvo su elección con 20 votos, dos más de los requeridos. Tras su elección, Payá expresó: «Será un honor servir a todos los pueblos de América», agradeciendo a Estados Unidos por el apoyo y la audacia de su candidatura.
En la votación, destinada a escoger a tres de los siete comisionados del organismo, Payá destacó la importancia de la misión de la CIDH en un continente donde, según sus palabras, «la democracia se debilita, la represión crece y millones de personas sufren los efectos del colapso del Estado de Derecho». Subrayó que la violencia y la persecución afectan especialmente a los más vulnerables, y se comprometió a la protección de los necesitados, la defensa de la democracia, y a promover mayor eficacia y transparencia en la CIDH.
El Departamento de Estado de EE. UU. nominó a Payá en marzo, resaltando su destacada labor en la promoción de la libertad y los derechos humanos en el hemisferio occidental. Rosa María Payá ha sido también galardonada con el Premio Morris Abram de Derechos Humanos en 2019 y el Premio Courage de la Common-Sense Society en 2022, reconociendo su compromiso en la defensa de los derechos fundamentales.
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