El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, declaró que Moscú no permitirá el despliegue de un contingente europeo en Ucrania, en el contexto de las negociaciones de paz en curso. Durante una rueda de prensa conjunta con Amon Murwira, su homólogo de Zimbabue, Lavrov afirmó que tal acción significaría una «participación oficial y no disimulada de los países de la OTAN en la guerra contra Rusia».
Enfático en su postura, Lavrov subrayó que, independientemente de la bandera que enarbolen las fuerzas desplegadas en Ucrania, «seguirán siendo tropas de la OTAN». Además, advirtió que Rusia «categóricamente, no se quedará con los brazos cruzados» ante este posible escenario.
Paralelamente, Lavrov criticó la retórica nuclear del presidente de Francia, Emmanuel Macron, calificándola de «amenaza para Rusia». Según el ministro ruso, Macron ha manifestado la necesidad de «emplear las armas nucleares y prepararse para su uso contra Rusia», lo que, según Lavrov, constituye una amenaza evidente.
En un discurso dirigido a la nación, Macron expresó su disposición a extender el paraguas nuclear francés a sus aliados europeos y convocó a un «debate estratégico», citando a Rusia como «una amenaza para Francia y para Europa».
Lavrov comentó que algunos países de la OTAN y la Unión Europea consideran que Macron podría tomar «medidas absolutamente insensatas» para salvar su reputación, presuntamente deteriorada en Francia. Estableció un paralelismo histórico con otros líderes que enfrentaron a Rusia, como Napoleón y Hitler, y subrayó que «nadie le impide» al mandatario francés dialogar con el presidente ruso, Vladímir Putin.
En respuesta a las acusaciones de que Rusia prepara una guerra contra Europa y Francia, Lavrov reiteró que Putin ha desestimado tales ideas como «sandees sin sentido».
La posición de Rusia respecto al posible despliegue militar en Ucrania y las tensiones nucleares con Francia son indicativos de una situación geopolítica delicada. Las declaraciones de Lavrov reflejan el firme rechazo de Moscú a cualquier implicación de la OTAN en Ucrania y muestran la preocupación por la retórica nuclear desde Europa.