La reciente salida de Estados Unidos y Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha generado preocupación a nivel internacional, especialmente en el ámbito sanitario. Huníades Urbina, presidente de la Academia Nacional de Medicina, ha advertido sobre las posibles repercusiones de esta decisión para países como Venezuela, así como para otras naciones del mundo.
Urbina señaló que esta medida podría impactar gravemente el suministro de vacunas en países como Haití, Cuba y Venezuela. La preocupación principal radica en que otras naciones puedan seguir el mismo camino, lo que podría afectar el financiamiento de la OMS y, en última instancia, poner en riesgo su continuidad operativa.
El presidente de la Academia Nacional de Medicina subrayó la importancia de la OMS en la promoción de programas de salud a nivel mundial, dedicados a combatir enfermedades como el sida, la diabetes, la tuberculosis y la malaria, entre otras. Urbina enfatizó que, a pesar de las críticas que ha recibido la organización, su papel en la erradicación y control de enfermedades ha sido fundamental, al igual que su asistencia técnica a los países más pobres y su ayuda en la distribución de vacunas escasas.
La salida de Estados Unidos de la OMS fue anunciada por Donald Trump poco después de asumir un nuevo mandato el pasado 20 de enero. Por su parte, el gobierno de Javier Milei en Argentina decidió seguir los mismos pasos días antes de un viaje del mandatario a Estados Unidos, coincidiendo con la Cumbre de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en Washington. Hasta el momento, no se han brindado detalles sobre los encuentros que Milei podría sostener durante su estadía en la capital estadounidense.
Milei, ahora presidente de Argentina, ha sido uno de los críticos más acérrimos de la gestión del expresidente Alberto Fernández durante la pandemia del nuevo coronavirus. En su etapa como economista mediático, Milei indicó que el modelo de cuarentena aplicado por el gobierno anterior precipitó una caída económica y fue utilizada como un mecanismo de represión.
La situación plantea interrogantes sobre el futuro de la colaboración internacional en materia de salud y el rol que organismos como la OMS desempeñarán en un contexto de crecientes desafíos sanitarios a nivel global.