Más de la mitad de los suelos en Europa y las costas mediterráneas (52%) se vieron afectadas por la sequía durante el mes de julio, marcando el cuarto mes consecutivo de estas condiciones, según un análisis de la Agencia France-Presse (AFP) basado en los datos provistos por el Observatorio Europeo de la Sequía. Este registro es el más alto para un mes de julio desde que comenzaron las mediciones en 2012, situándose 21 puntos por encima del promedio del periodo 2012-2024.
El Observatorio Europeo de la Sequía, perteneciente al programa Copernicus y que utiliza datos satelitales, evalúa la situación a partir de tres parámetros: precipitaciones, humedad del suelo y vegetación, clasificando la sequía en tres niveles: vigilancia, advertencia y alerta.
Las regiones de Europa del Este y los Balcanes han mostrado un impacto considerable. En países como Hungría, la proporción de suelos en situación de alerta saltó del 9% en junio al 56% en julio. En Kosovo, la cifra aumentó del 6% al 43%, mientras que en Bosnia y Herzegovina pasó del 1% al 23%.
Al este del Mediterráneo, Turquía enfrenta una sequía persistente que afecta a más del 60% del territorio desde marzo, lo que ha contribuido a la aparición de incendios forestales.
En Europa occidental, la situación presenta contrastes. En Francia, más de dos tercios de los suelos (68%) se vieron afectados por la sequía en julio, un aumento significativo respecto a junio, cuando la afectación fue del 44%. En el Reino Unido, aunque se observa una mejoría respecto a meses anteriores, más de dos tercios del país siguen experimentando déficit hídrico.
Por otro lado, España y Portugal continúan relativamente a salvo, con bajos índices de sequía, registrando solo un 7% y un 5% respectivamente.
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