El número de muertes confirmadas debido a una ola de lluvias torrenciales que provocaron inundaciones y deslaves catastróficos en México ha aumentado a 70, según informó la presidenta Claudia Sheinbaum. Además, un número similar de personas permanece desaparecido, lo cual ha generado una situación de emergencia en varias regiones del país.
El desastre, iniciado la semana pasada con varios días de precipitaciones excepcionalmente intensas, ha dejado incomunicadas a 160 localidades en el centro y el este de México. Los caminos y carreteras han quedado bloqueados o destruidos, afectando principalmente a los estados de Veracruz, Hidalgo, Puebla y Querétaro.
Según la presidenta Sheinbaum, Veracruz encabeza la lista de víctimas con 30 muertes confirmadas, seguido por Hidalgo con 21, Puebla con 18 y Querétaro con una. En total, 72 personas continúan sin ser localizadas.
El estado de Hidalgo, vecino de la capital, se enfrenta a una de las situaciones más complejas, con 84 municipios incomunicados. La geografía montañosa de la región ha favorecido los deslaves, dificultando aún más el acceso y el rescate de las comunidades afectadas.
Un equipo de periodistas de la AFP ha constatado la severa destrucción de hogares e infraestructura en los pueblos serranos de Hidalgo. Los habitantes, que han perdido su escaso patrimonio, claman por ayuda ante el aislamiento y la escasez de alimentos.
En Veracruz, estado ubicado al este del país con costa en el Golfo de México, las inundaciones han tenido un impacto devastador. Esta región es atravesada por «ríos de respuesta rápida», que pueden desbordarse en pocas horas, intensificando la gravedad de la situación.
Para hacer frente a la emergencia, más de 12,700 militares del Ejército y la Marina han sido desplegados en los estados afectados. Operan numerosos puentes aéreos y tres marítimos para trasladar ayuda a las poblaciones aisladas, según reportaron ambas instituciones.
AFP