En un incidente alarmante ocurrido el jueves en Nápoles, al sur de Italia, una cabina de teleférico cayó al vacío, resultando en la muerte de cuatro personas. El Servicio de Emergencias local confirmó el número de fallecidos y señaló que a bordo de la cabina viajaban cinco personas: cuatro turistas y un empleado de la empresa gestora del teleférico, el Ente Autónomo Volturno (EAV).
Inicialmente, se reportó la muerte de tres personas y la desaparición de una cuarta. Sin embargo, los equipos de rescate hallaron a la cuarta víctima fatal en las laderas de la montaña. Una persona, que habría sido el maquinista de la cabina, resultó herida y fue trasladada al Hospital del Mar de Nápoles mediante un helicóptero del cuerpo Socorro Alpino y Espeleológico.
Las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer las causas del accidente. Los primeros informes sugieren que el siniestro se produjo debido a la rotura de un cable del teleférico en Castellamare di Stabia, cerca de Nápoles. Este incidente provocó que dos cabinas quedaran suspendidas a varios metros del suelo. La cabina siniestrada, que contenía cinco ocupantes, cayó al vacío, mientras que la otra, con 11 personas, fue rescatada sin incidentes.
El ministro de Infraestructuras y Transportes, Matteo Salvini, ha solicitado un informe exhaustivo sobre la instalación gestionada por EAV, con la finalidad de determinar responsabilidades en el trágico suceso.
Este no es el primer incidente trágico en este teleférico. En agosto de 1960, una cabina impactó contra el suelo debido a un fallo en el frenado, resultando en cuatro muertos y 31 heridos.
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