Más de 161 personas están desaparecidas y al menos 109 han fallecido tras las devastadoras inundaciones que ocurrieron en Texas (EE. UU.) el fin de semana pasado, según informó el martes el gobernador del estado, Greg Abbott.
«Tenemos que encontrar a cada una de las personas (…) esa es la prioridad número uno«, afirmó el gobernador republicano durante una rueda de prensa en Hunt, Texas, uno de los pueblos más afectados por la catástrofe.
En el condado de Kerr, donde se encuentran Hunt y Kerrville, otro de los poblados con más damnificados, se reportaron 94 de las muertes y todos los desaparecidos, de acuerdo con las estadísticas proporcionadas por Abbott.
Las autoridades en esta región han implementado un sistema para que las personas registren a sus seres queridos y cotejen esta información con los cuerpos identificados. «Hemos estado recibiendo información sobre las personas que no estaban registradas en un campamento de verano o en un hotel y que habían venido aquí pero no se sabía de ellas», explicó Abbott. La lista de desaparecidos «muy probablemente» aumentará, agregó.
La tragedia se ha intensificado por la cantidad de víctimas menores de edad, hasta ahora 30 en Kerr, incluyendo 21 muertes confirmadas y 6 desaparecidos de un campamento cristiano para jóvenes.
Las autoridades locales han enfrentado críticas por no haber ordenado la evacuación de las áreas cercanas al río, a pesar de las intensas lluvias. Frente a estas críticas, Abbott anunció que se convocará una sesión especial de la legislatura estatal para examinar «cada aspecto de la tormenta» y asegurar que existan sistemas adecuados para prevenir futuras tragedias.
El alguacil de Kerr, Larry Leitha Jr., expresó que actualmente las prioridades son ubicar a las personas que están perdidas, identificarlas y notificar a sus familiares.
Residentes de Kerrville afirmaron a Efe que recibieron alertas de inundación y fuertes lluvias en la madrugada del 4 de julio, pero no se les solicitó evacuar.
Desde la 1:00 p.m. del sábado, el Servicio Nacional de Meteorología (NWS) comenzó a emitir alertas sobre la amenaza de inundaciones en los condados de Bandera y Kerr. Autoridades reconocieron que los pronósticos habían subestimado las precipitaciones.
Expertos han expresado dudas sobre la preparación de la región para enfrentar una tragedia de esta magnitud. Entre la noche del 3 de julio y la madrugada del 4, se acumularon entre 12,7 y 27,9 centímetros de lluvia en los condados de Kerr, Bandera, Tom Green y Kendall, de acuerdo con el NWS.
La situación ha suscitado un debate sobre la preparación y respuesta de las autoridades locales ante fenómenos naturales de esta magnitud, destacando la importancia de medidas preventivas para evitar futuras pérdidas humanas.
EFE