La DANA descarrió implacablemente a Paiporta (Valencia), convirtiéndose en el epicentro de un desastre que dejó una huella indeleble en la memoria de la comunidad. Una humilde familia venezolana, ajena al infortunio que estaba por enfrentarse, retornaba a su residencia una fatídica noche de martes. Lourdes María García, de 34 años, su esposo Antonio Tarazona, de 59, y su hija de tan solo tres meses, Angeline, vivieron instantes de agonía cuando fueron sorprendidos por una torrencial riada alrededor de las 21:00 horas.
Inesperado esbozo de tragedia, Antonio logró ayudar a Lourdes y al bebé a subir al techo del coche con la esperanza de resguardarse del implacable temporal. Sin embargo, la naturaleza desatada mostró su cara más cruel cuando una súbita corriente se llevó consigo a Antonio. Con la voz entrecortada y el corazón en vilo, Lourdes logró hacer una desesperada llamada. «Intentaré aguantar lo máximo que pueda, por mi hija,» fueron las palabras que resonaron en la memoria de Clara Andrés, niñera de la familia, antes de que la comunicación se interrumpiera abruptamente.
El amanecer del miércoles llegó con una trágica confirmación: los cuerpos de Lourdes y la pequeña Angeline fueron encontrados sin vida por un agente de la policía. Uno de los comentarios desgarradores realizados por una amiga de Lourdes en la red social X expresó: «Hoy hay dos ángeles más en el cielo.» Este desenlace, aunque previsto por muchos, devastó a familiares y allegados, dando fin a una búsqueda teñida por la desesperación y la angustia.
Clara Andrés, al recibir la llamada de Lourdes, emprendió un difícil camino desde Torrent hasta Paiporta en busca de Bajix y Sofía, los dos hijos sobrevivientes de la pareja, de 13 y 10 años. «Era un escenario apocalíptico,» describe al recordar su andar entre vallas y caminos, mientras intentaba llegar ante la imposibilidad de usar su automóvil, que quedó sepultado bajo el fango.
En medio de la noche tormentosa, Antonio, conocido cariñosamente como Toni, fue finalmente localizado. Aunque fue llevado a salvo a un centro de refugio, el peso de la incertidumbre lo acompañó durante largas horas, casi 24 sin dormir, como él mismo confesó. «Que Dios nos dé ayuda y esperanza», expresó en un acto de fe pese a su agotamiento cognitivo y emocional.
La voz apagada de Flor García, tía de Lourdes, recuerda: «Esto es una búsqueda a contrarreloj», destacando la angustia y la necesidad de retomar algún vestigio de esperanza que parece disolverse con cada hora transcurrida. Los esfuerzos por encontrar a Lourdes usando todos los medios de difusión a su disposición únicamente trajeron la confirmación del luto compartido por todos los que pudieron coincidir alguna vez con la sonrisa y el calor de quienes hoy son recordados.
Por desgracia nos acaban de comfirmar que Lourdes y la bebé han aparecido esta mañana muertas y que gracias a la difusión un policia que las habia encontrado se ha puesto en contacto con nosotros y nos lo ha comfirmado. DEP hoy hay dos angeles mas en el cielo. Gracias a todos.
— Chals🦇💯🦇 (@ChalsPrez) October 30, 2024