Los ciudadanos de Trinidad y Tobago comenzaron a votar este lunes para seleccionar a los 41 miembros de la Cámara de Representantes, quienes tendrán la responsabilidad de elegir al próximo primer ministro del país. Este evento electoral ocurre en un contexto marcado por una crisis económica y un aumento de la violencia pandillera.
El actual primer ministro, Stuart Young, quien asumió el cargo en marzo tras la renuncia de su predecesor Keith Rowley, busca mantener su posición. Rowley, perteneciente al Movimiento Nacional del Pueblo (PNM), había liderado el país desde 2015. No obstante, las encuestas favorecen a la exprimera ministra Kamla Persad-Bissessar, del Congreso Nacional Unido (CNU), quien gobernó de 2010 a 2015.
Cerca de 1,1 millones de trinitenses están habilitados para votar. La jornada electoral inició a las 6:00 (10:00 GMT) y se extenderá hasta las 21:00 (01:00 GMT del martes). Según los procedimientos de la democracia parlamentaria en Trinidad y Tobago, el sistema de votación se asemeja al de la antigua potencia colonial británica.
El proceso electoral ha sido descrito como fluido por ciudadanos como Karn John, quien expresó a la Agencia France-Presse (AFP) que la votación en el Cipriani Labour College en Valsayn fue rápida y sin complicaciones.
La campaña electoral concluyó el sábado por la noche con mítines de los dos principales partidos. Las encuestas otorgan un 47% de intención de voto al partido de Persad-Bissessar, mientras que el partido de Young tiene una estimación ligeramente superior al 30%. Young, de 50 años, exministro de Energía, confía en los 10 años de gobierno de su partido y acusa a su oponente, de 73 años, de prometer soluciones poco realistas.
Trinidad y Tobago, reconocido por su carnaval y playas, enfrenta una grave crisis de seguridad. En 2024, el país salió de un estado de emergencia declarado el diciembre anterior, con cerca de 600 homicidios reportados, muchos relacionados con actividades de pandillas, según datos oficiales.
En el ámbito económico, Trinidad y Tobago, el segundo productor de gas del Caribe, atraviesa una recesión. El país esperaba superar esta etapa a través del desarrollo del campo de gas «Dragón», compartido con Venezuela. Sin embargo, Estados Unidos revocó en abril el permiso que autorizaba a Trinidad y Tobago explotar este yacimiento, en un intento por debilitar la economía venezolana mediante un régimen de sanciones.
AFP
