Este domingo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó fuertes acusaciones contra su homólogo colombiano, Gustavo Petro, a través de su red social Truth Social, acusándolo de fomentar «la producción masiva de drogas» en Colombia.
Trump expresó que el presidente colombiano es «un líder del narcotráfico que fomenta la producción masiva de drogas, tanto en campos grandes como pequeños, por toda Colombia», y señaló que esta actividad se ha convertido en «el mayor negocio» del país. Criticó a Petro por no tomar medidas para detenerlo, a pesar de los pagos y subsidios a gran escala que Estados Unidos ha destinado a Colombia, calificándolos de «una estafa a largo plazo».
El presidente estadounidense advirtió que, a partir de este domingo, cualquier forma de pago o subsidio «ya no se realizarán a Colombia». Además, instó a Petro a cerrar estos «campos de exterminio de inmediato» o Estados Unidos lo haría y «no será bien recibido».
Estas declaraciones marcan una de las peores crisis en décadas recientes entre Colombia y Estados Unidos. A las palabras de Trump se sumaron las del secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, quien informó que una de las narcolanchas atacadas por el Ejército estadounidense en el Caribe el pasado 17 de octubre pertenecía a la guerrilla colombiana del ELN. Hegseth comparó a este grupo con Al Qaeda, describiéndolos como «el Al Qaeda del hemisferio occidental».
La situación se agrava con el anuncio del senador republicano Lindsey Graham, quien aseguró que Trump planea imponer importantes aranceles a Colombia, afectando no solo a los narcotraficantes, sino también «donde más le duele: en el bolsillo». Estos acontecimientos plantean un escenario complicado para las relaciones bilaterales entre ambos países.
NTN24