El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la repatriación de migrantes catalogados como «bajo riesgo» actualmente retenidos en la base naval de Guantánamo, Cuba. Esta medida es parte de las nuevas políticas migratorias de su administración, las cuales consideran el traslado de migrantes a instalaciones militares en la isla.
Según filtraciones al medio CBS, aproximadamente 150 detenidos se encuentran en Guantánamo, siendo todos ellos hombres venezolanos. Trump, desde su residencia en Mar-a-Lago, Florida, afirmó que «cualquiera que sea de bajo riesgo será devuelto a su país», y aseguró que «todos los países están aceptando deportados».
Esta práctica, previamente suspendida, fue reanudada brevemente durante un acercamiento entre Estados Unidos y Venezuela bajo la administración del demócrata Joe Biden (2021-2025). Recientemente, el gobierno de Trump envió dos vuelos de deportación a Caracas.
El gobierno no ha proporcionado detalles exhaustivos sobre los detenidos, aunque funcionarios han categorizado a estos individuos como criminales de «alto riesgo», presuntamente vinculados con la organización transnacional venezolana Tren de Aragua. Sin embargo, informaciones filtradas a CBS sugieren que hay migrantes sin antecedentes penales o con condenas por delitos menores.
La semana pasada, el diario The New York Times publicó una lista con los nombres de 53 de los migrantes retenidos en la base. Familiares de al menos cuatro de ellos han negado las acusaciones, denunciando además la falta de comunicación con sus seres queridos.
El miércoles, organizaciones defensoras de los derechos humanos interpusieron una demanda contra el gobierno de Trump, instando por acceso a los detenidos. Estas organizaciones confirmaron que los migrantes están incomunicados y exigieron a la administración Trump que garantice información sobre las condiciones de detención y se respete el debido proceso para los afectados.
El Nacional