El presidente estadounidense Donald Trump ordenó este martes un bloqueo «total y completo» de todos los buques petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela, en una nueva escalada de la campaña de presión de Washington contra el gobierno del mandatario venezolano Nicolás Maduro.
En una publicación en la red social Truth Social, Trump acusó a Venezuela de robar activos estadounidenses, como petróleo y tierras, y de «terrorismo, narcotráfico y trata de personas». «Por lo tanto, hoy ordeno un bloqueo total y completo de todos los buques petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela», afirmó.
La decisión se produce una semana después de que Estados Unidos incautara un petrolero frente a las costas de Venezuela, una medida que Washington presentó como parte de su ofensiva contra el transporte ilícito de crudo venezolano. La Casa Blanca señaló entonces que el buque, llamado Skipper, había participado en «transporte ilícito de petróleo» y que sería llevado a un puerto estadounidense.
En su mensaje de este martes, Trump aseguró que «Venezuela está completamente rodeada por la mayor armada jamás reunida en la historia de Sudamérica», en referencia al despliegue militar estadounidense en la zona. Añadió que esa presencia «solo se hará más grande y el impacto que supondrá para ellos será algo nunca visto, hasta que devuelvan a los Estados Unidos de América todo el petróleo, las tierras y otros activos que nos robaron anteriormente».
Trump acusó además al gobierno de Maduro de utilizar petróleo robado para «financiarse a sí mismos, el terrorismo relacionado con las drogas, el tráfico de personas, los asesinatos y los secuestros». Estados Unidos ha acusado repetidamente al gobierno venezolano de tráfico de drogas y, desde septiembre, el ejército estadounidense ha lanzado ataques letales contra embarcaciones que, según Washington, transportaban fentanilo y otras drogas ilegales hacia territorio estadounidense. Más de 90 personas han muerto en esos ataques.
En respuesta a las medidas y declaraciones de Trump, el gobierno venezolano anunció que denunciará ante la ONU lo que calificó como «esta grave violación del derecho internacional contra Venezuela». En un comunicado de la Cancillería, Caracas acusó al mandatario estadounidense de pretender «imponer de manera absolutamente irracional un supuesto bloqueo militar naval a Venezuela con el objetivo de robarse las riquezas que pertenecen a nuestra patria».
El documento oficial sostuvo que «en sus redes sociales, asume que el petróleo, tierras y riquezas mineras de Venezuela son de su propiedad. Y en consecuencia, Venezuela debe entregarle todas sus riquezas de inmediato». El gobierno de Maduro ha sostenido que Venezuela, que alberga algunas de las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, es víctima de un intento de Estados Unidos de apropiarse de sus recursos.
Las tensiones se han incrementado en paralelo al refuerzo de la presencia militar estadounidense en el Caribe. En los días previos a la incautación del petrolero Skipper, Washington desplegó miles de soldados y al USS Gerald Ford, considerado el portaaviones más grande del mundo, en aguas cercanas a Venezuela.
Desde Caracas, el gobierno venezolano calificó la incautación del buque como «piratería». Maduro acusó a Estados Unidos de haber «secuestrado a la tripulación» y «robado» el barco. Este martes reiteró sus señalamientos de que la «verdadera intención» de Washington «fue siempre apropiarse del petróleo, las tierras y minerales del país a través de gigantescas campañas de mentiras y manipulaciones».
El mandatario venezolano afirmó que «Venezuela, en pleno ejercicio del Derecho Internacional que nos ampara, de nuestra Constitución y leyes de la República, ratifica su soberanía sobre todas sus riquezas naturales así como el derecho a la libre navegación, al libre comercio en el Mar Caribe y en los océanos del mundo».
La ofensiva de Washington contra Caracas se ha mantenido tanto bajo el gobierno de Trump como durante el mandato del expresidente Joe Biden. En ambos periodos, Estados Unidos ha objetado la legitimidad de Maduro y ha aplicado una batería de sanciones con el objetivo de forzar su salida del poder.
La semana pasada, además de la incautación del Skipper, Washington impuso nuevas restricciones a otros seis buques que, según la Casa Blanca, transportaban petróleo venezolano. Asimismo, se anunciaron sanciones contra algunos familiares del presidente Maduro y contra empresas asociadas con lo que Estados Unidos denomina su «régimen ilegítimo».
En el plano interno estadounidense, las decisiones de Trump también han generado reacciones. El congresista Joaquín Castro, demócrata de Texas, sostuvo que el llamado «bloqueo naval» equivale inequívocamente a un acto de guerra. Señaló que el jueves el Congreso de Estados Unidos votará una resolución para exigir al presidente poner fin a las hostilidades con Venezuela.
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