El presidente electo, Donald Trump, comunicó este martes su intención de reinstaurar la aplicación de la pena de muerte en casos de delitos violentos, marcando un cambio de rumbo político respecto a la administración actual. Esta decisión se presenta como parte de su estrategia para garantizar la seguridad de las familias y los niños estadounidenses, según afirmó el líder republicano.
En un mensaje difundido a través de Truth Social, Trump destacó que su prioridad será asegurar que los responsables de crímenes como violaciones y asesinatos reciban el castigo más severo. «No podemos permitir que estos monstruos queden impunes. Protegeremos a nuestras comunidades de los criminales más peligrosos», subrayó Trump.
El anuncio viene un día después de que el presidente Joe Biden tomara una decisión histórica al conmutar las penas de 37 de los 40 reos condenados a muerte a nivel federal. Esta acción, que excluye a tres prisioneros, refuerza su postura contra la pena capital, salvo en circunstancias excepcionales como terrorismo o crímenes de odio masivos.
Biden justificó su medida afirmando que Estados Unidos debe avanzar hacia la eliminación de la pena de muerte a nivel federal. «Es una práctica que no refleja nuestros valores ni garantiza justicia, salvo en los casos más extremos», expresó el mandatario, recordando que desde el inicio de su mandato en 2021 impuso una moratoria sobre las ejecuciones federales.
Entre los casos no incluidos en la conmutación se encuentran Dzhokhar Tsarnaev, el autor del atentado en la maratón de Boston en 2013; Robert Bowers, responsable del tiroteo en la sinagoga del Árbol de la Vida en Pittsburgh; y Dylann Roof, condenado por el ataque en la iglesia AME Madre Emanuel en Charleston.
La decisión de Biden también busca limitar la posibilidad de que futuras administraciones reanuden ejecuciones en casos previamente conmutados, dado que estos cambios no pueden ser revertidos. No obstante, Trump criticó esta postura, calificándola de «un peligroso precedente que pone en riesgo a nuestras comunidades».
El debate sobre la pena de muerte sigue siendo un tema polarizador en Estados Unidos. Mientras organizaciones defensoras de los derechos humanos aplauden las medidas de Biden como un paso hacia la abolición, seguidores de Trump ven en sus propuestas un necesario retorno a una política de justicia estricta.
El Debate