El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado que «recomendará» pero «no impondrá» su plan para que su país tome el control de la Franja de Gaza y reubique a más de dos millones de habitantes en países vecinos. Las declaraciones se realizaron el viernes a través de una intervención telefónica en un programa de radio de Fox News.
Este enfoque marca un cambio respecto a la intención inicial, la cual había provocado protestas internacionales y una oposición generalizada entre los países árabes. Trump expresó su sorpresa ante la negativa de Jordania y Egipto a acoger a los habitantes de Gaza, a pesar de que Estados Unidos proporciona miles de millones de dólares en ayuda a estos países. «Mi plan es el camino a seguir. Creo que es un plan que realmente funciona, pero no lo voy a imponer. Simplemente me voy a sentar y lo voy a recomendar», afirmó Trump.
En respuesta a la propuesta del exmandatario estadounidense, varios países del Golfo, junto con Egipto y Jordania, celebraron una cumbre «informal» en Riad el mismo viernes. Durante el encuentro, se discutieron planes alternativos y se condenó unánimemente la propuesta de Trump de transformar la Franja de Gaza en una «Riviera de Oriente Medio».
El plan, considerado por muchos observadores como poco realista, implicaría que Estados Unidos asumiera el control del territorio, que ha sido devastado por más de 15 meses de ataques de Israel, y el desplazamiento de sus 2,4 millones de habitantes hacia Jordania y Egipto. Pese a las críticas internacionales, el proyecto recibió el apoyo de Israel y Trump ha reiterado en varias ocasiones su disposición a implementarlo.
Mientras tanto, la situación sigue siendo objeto de intenso debate en la región, y la comunidad internacional observa atentamente los desarrollos futuros. La decisión de Trump de recomendar en lugar de imponer su plan podría abrir la puerta a nuevas soluciones diplomáticas.