El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha tomado una medida significativa al firmar una orden ejecutiva destinada a reducir drásticamente la plantilla de la administración pública y otorgar mayores poderes al Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, en inglés). Este departamento, supervisado por Elon Musk, tiene el mandato de disminuir el gasto público.
En una rueda de prensa desde el Despacho Oval de la Casa Blanca, Trump estuvo acompañado por Musk, quien portaba una gorra con el lema de la campaña de Trump, MAGA («Make America Great Again»). Junto a ellos se encontraba el hijo menor de Musk, X Æ A-Xii, conocido coloquialmente como X.
Trump cedió la palabra a Musk, quien destacó en sus declaraciones que la administración federal se ha transformado en una cuarta rama no electa. Subrayó la necesidad de implementar controles de sentido común para eliminar gastos superfluos. Musk también abordó las críticas sobre su papel en el gobierno y posibles conflictos de interés, ya que varias de sus empresas están bajo escrutinio regulatorio por parte de agencias federales a las que ahora se busca recortar personal.
Musk aseguró su compromiso con la transparencia, aunque señaló que no planea revelar sus declaraciones financieras. «La transparencia es lo que genera confianza«, afirmó.
Trump respaldó las acciones de Musk, denunciando la existencia de fraude y abuso en la adjudicación de contratos públicos. Subrayó que la nueva orden busca evitar el desperdicio de «decenas de miles de millones de dólares».
La orden ejecutiva instruye a las agencias federales a colaborar con el DOGE para reducir personal y limitar las contrataciones. Un funcionario de la Casa Blanca confirmó que el objetivo es disminuir significativamente el tamaño del gobierno federal. Según detalles filtrados a medios como Semafor y The Washington Post, la orden insta a limitar la contratación a puestos esenciales y a prepararse para importantes reducciones de plantilla.
En concreto, las agencias solo podrán contratar a un nuevo empleado por cada cuatro que dejen su puesto, una vez finalizada la actual congelación de contrataciones federales. Se harán excepciones para los puestos relacionados con la seguridad nacional y el control migratorio.
Las acciones del DOGE, que incluyen el desmantelamiento de algunas agencias estadounidenses como la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB), han resultado en demandas y generado caos. Con el cierre de sus oficinas, el futuro de muchos empleados permanece incierto.
La reconfiguración de la administración federal encabezada por Trump y Musk representa un cambio drástico en la gestión del gasto público, con implicaciones significativas para la estructura del gobierno en los próximos años.
EFE
