En medio de la tensión generada por el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, el presidente Donald Trump afirmó que evalúa la posibilidad de mantener una conversación directa con Nicolás Maduro, señalado por Washington como cabecilla del régimen de Venezuela y vinculado al llamado Cartel de los Soles.
Desde el Air Force One, Trump se refirió a los informes de varios medios de comunicación que indicaban que tendría intención de hablar con Maduro. “Puede que hable con él, ya veremos, pero lo estamos discutiendo con los diferentes equipos, pero puede que hablemos de Venezuela”, declaró el mandatario.
Trump añadió que contempla diferentes vías de acción respecto a la situación venezolana. “Si podemos salvar vidas, si podemos hacer las cosas por las buenas, está bien. Y si tenemos que hacerlo por las malas, también está bien”, agregó.
Las declaraciones se producen después de que, este martes, fuentes anónimas de la Administración estadounidense señalaran a medios de comunicación que Trump comunicó a sus asesores su intención de dialogar con Maduro, en un contexto de creciente tensión regional por las operaciones de Washington en aguas internacionales.
Un alto cargo anónimo de la Administración estadounidense afirmó a un medio que “nadie planea ir y pegarle un tiro a Maduro o secuestrarlo, de momento. Nunca se puede decir nunca, pero ahora mismo no está en los planes”. En la misma línea, añadió: “Mientras tanto, seguiremos hundiendo narcolanchas. Vamos a detener el tráfico de drogas”.
Desde hace varios meses, fuerzas estadounidenses han atacado más de 20 embarcaciones que aparentemente transportaban drogas en el mar Caribe y en el Pacífico oriental, con un saldo de al menos 83 personas muertas, señaladas como narcoterroristas.
Según las mismas informaciones, estas operaciones tienen como objetivo combatir a los carteles de la droga, incluido el Cartel de los Soles, atribuido a Nicolás Maduro en Venezuela. Washington acusa a Maduro de liderar dicha organización y, el lunes, la Administración estadounidense designó a ese grupo como organización terrorista, una determinación que el gobierno de Venezuela calificó como una “ridícula patraña”.
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