En una reciente conversación telefónica, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y Nayib Bukele, líder de El Salvador, discutieron el potencial de una colaboración bilateral para enfrentar a la banda criminal venezolana conocida como el Tren de Aragua. Dicha organización criminal tiene presencia en varios países del continente americano y representa un desafío significativo para la seguridad regional.
El comunicado de la Casa Blanca, citado por EFE, reveló que ambos mandatarios abordaron la posibilidad de trabajar en conjunto no solo para combatir al Tren de Aragua, sino también para detener la inmigración ilegal y desmantelar otras pandillas transnacionales. Este diálogo se enmarca en el interés común de ambos gobiernos por implementar políticas de mano dura contra la delincuencia.
Aunque Bukele fue invitado a la ceremonia de toma de posesión de Trump, finalmente no asistió. No obstante, la conversación entre los líderes subraya su afinidad por un discurso populista y por el uso de tecnologías emergentes como las criptomonedas.
Durante la llamada, Trump elogió el trabajo de Bukele, destacándolo como un ejemplo para otras naciones del hemisferio occidental. La admiración mutua y el interés en temas comunes parecen fortalecer la relación entre ambas naciones.
En la plataforma social X, Bukele compartió la noticia del comunicado de la Casa Blanca, acompañando el mensaje con emojis de las banderas de El Salvador y Estados Unidos como símbolo de cooperación.
Cabe destacar que las relaciones entre El Salvador y Estados Unidos experimentaron tensiones durante la administración de Joe Biden, especialmente en torno a la reelección de Bukele, la cual fue calificada como inconstitucional por la administración estadounidense. Sin embargo, la llamada reciente parece sugerir un intento de restablecer lazos más estrechos entre ambas naciones.
En Estados Unidos reside una significativa comunidad salvadoreña que supera los 2 millones de personas. Estas personas constituyen un pilar fundamental para la economía salvadoreña a través del envío de remesas familiares, que superan los 7.000 millones de dólares anualmente.
El intercambio con Bukele marca la primera conversación oficial con un líder extranjero desde que Trump asumió la presidencia nuevamente. Sin embargo, su primera llamada se reservó para el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán. Esta acción subraya la relevancia que la actual administración de Trump otorga a las relaciones internacionales estratégicas.
El Nacional
