El gobierno de Uruguay ha expresado su desacuerdo con la posibilidad de que el Campeonato Suramericano Sub-20 se dispute en Venezuela, según confirmaron fuentes oficiales a la Agencia EFE. En consonancia con esta postura, la prensa local ha informado que se está evaluando la posibilidad de solicitar a la Conmebol un cambio de sede para el certamen, programado entre el 23 de enero y el 16 de febrero.
El contexto de esta preocupación se enmarca en declaraciones de la Ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, quien manifestó que su país «no va a mandar a chicos que los puedan secuestrar» durante el torneo. En una entrevista con CNN Radio, Bullrich cuestionó: “¿Nuestra selección Sub-20, el 23, puede ir a Venezuela? ¿No los pueden tomar de rehenes?”. La ministra subrayó el riesgo inherente de enviar un equipo a Venezuela bajo la amenaza de que «los pueden acusar de cualquier cosa» y detenerlos.
Mientras tanto, Uruguay sigue enfocado en su preparación para el torneo. Este martes, se presentó la lista de 23 jugadores que representarán al país en la XXXI edición del Suramericano Sub-20. El técnico Fabián Coito ha convocado a tres porteros, siete defensores, nueve centrocampistas y cuatro delanteros. La selección uruguaya, conocida como La Celeste, debutará el 25 de enero enfrentando a Chile, con el objetivo de reivindicarse tras la pérdida de su invicto y el título en la edición anterior.
Además de buscar la revancha, Uruguay aspira a asegurar su plaza en el próximo Mundial de la categoría, teniendo como desafío defender el título de campeón que consiguió en 2023 al vencer a Italia 1-0 en la final, celebrada en Argentina. La última conquista del Campeonato Suramericano Sub-20 por parte de Uruguay fue en 2017, bajo la misma dirección técnica de Fabián Coito.
La situación actual plantea una encrucijada para las autoridades futbolísticas, tanto en Uruguay como en el continente, quienes deberán considerar el panorama político y social de Venezuela antes de tomar una decisión definitiva respecto a la sede del torneo.
EFE