La fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) ha revelado en su último informe que la libertad religiosa ha experimentado un deterioro significativo en América Latina, destacando un aumento en las restricciones, presiones y ataques a comunidades de fe en varios países, incluyendo Venezuela. El informe, presentado en Roma y abarcando el período de enero de 2023 a diciembre de 2024, resalta que el 64,7% de la población mundial habita en naciones donde la libertad religiosa es vulnerada.
De los 196 países evaluados, 62 presentan violaciones sistemáticas, y en un 75% de ellos, la situación ha empeorado respecto al año anterior. Nicaragua es señalado como el caso más alarmante, con un «ataque sistemático» contra la Iglesia bajo el régimen de Daniel Ortega. Se documenta la expulsión de obispos y sacerdotes, la prohibición de cultos públicos, y el cierre de organizaciones caritativas.
El informe también identifica a México, Cuba, Haití y Venezuela como países con violaciones graves a la libertad religiosa. En México, pese a la garantía constitucional, el clero y los fieles enfrentan violencia criminal. En Cuba, la libertad religiosa se deteriora bajo el Partido Comunista, mientras que Haití sufre violencia generalizada y colapso institucional. En Venezuela, se señala el control gubernamental y la retórica antisemita.
ACN denuncia un aumento de violencia directa contra líderes religiosos, con 13 asesinatos registrados entre 2023 y 2024 en países como México y Colombia. Además, en lugares como Ecuador y Guatemala, ciertas pandillas criminales utilizan la religión para legitimar la violencia, agravando la crisis espiritual y social.
Además, Bolivia, Chile, Colombia y Honduras están bajo observación por el debilitamiento de garantías legales y aumento de la intolerancia religiosa. La fundación alerta que el crimen organizado y la instrumentalización política de la religión son amenazas crecientes en la región. «La fe, lejos de ser libre, se ha vuelto peligrosa», concluye el informe.
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