Una ola de censura y autocensura ha impactado a más de 55 plataformas digitales en Venezuela desde el pasado 20 de mayo. Este fenómeno se produce tras el incremento de las acciones gubernamentales contra aquellos que considera responsables de «alterar la economía» mediante la publicación de tasas del dólar paralelo, diferentes a la tasa oficial proporcionada por el Banco Central de Venezuela (BCV).
Durante este período, varias plataformas se han visto afectadas. Según la ONG VE Sin Filtro, al menos dos páginas web han sido bloqueadas por diferentes proveedores de servicios de internet (ISP), mientras que tres han sido retiradas de la red. Además, 11 sitios web, aunque siguen activos, optaron por no actualizar su contenido o solo publicar la tasa referencial del dólar establecida por el BCV. Asimismo, un sitio web ha implementado restricciones geográficas para evitar estar disponible en Venezuela.
En el ámbito de las redes sociales, 16 cuentas de Instagram suspendieron la publicación de tipos de cambio del dólar paralelo, y una de ellas fue eliminada definitivamente. Tres canales de Telegram también dejaron de publicar tarifas de cambio diferentes a las oficiales del BCV.
VE Sin Filtro también indicó que cinco aplicaciones móviles, enfocadas principalmente en la consulta o cálculo de cambios del dólar paralelo, cesaron estas funciones y sus herramientas de cálculo han dejado de operar correctamente. Una aplicación que facilitaba la compra-venta de criptoactivos con bolívares aplicó restricciones geográficas para dejar de estar operativa en Venezuela, y otra dejó de ofrecer tasas distintas a las oficiales.
El Ministerio del Interior y Justicia de Venezuela informó sobre la detención de al menos 25 personas supuestamente vinculadas a estas plataformas, como parte de la ofensiva dirigida por el gobierno de Nicolás Maduro. Aunque aún no se han especificado los cargos formales, se presume que las acusaciones están relacionadas con la difusión de información económica no autorizada y la tentativa de manipulación del mercado cambiario.
Este contexto refleja un panorama complejo para las plataformas digitales y los ciudadanos en Venezuela, en medio de un ambiente de control creciente sobre la información económica.
El Nacional