Un boletín conjunto de la Organización de Aviación Civil Internacional (Oaci) y la Oficina de Programas y Proyectos Regionales (Ops), emitido el viernes 31 de octubre, advirtió sobre “numerosas interferencias” en las señales del Sistema de Posicionamiento Global (GPS) en el espacio aéreo venezolano, particularmente en la Región de Información de Vuelo (FIR) de Maiquetía, lo que fue calificado como un “alto riesgo para la seguridad aérea”.
Según el documento oficial, las fallas han sido detectadas en las últimas semanas y se describen como interferencias “perjudiciales” que impactan directamente el rendimiento de los equipos de navegación de las aeronaves. La Oaci y la Ops señalan que estas interrupciones de la señal son “numerosas e intermitentes” y advierten que “podrían generar desviaciones de las rutas planificadas e incluso la pérdida de conciencia situacional de las tripulaciones”, lo que se traduce en posibles dificultades de los pilotos para determinar con precisión su ubicación.
Las señales de GPS son fundamentales para los sistemas de navegación que emplean las aeronaves modernas para establecer su posición y seguir sus rutas de vuelo con exactitud. Medios especializados como GateChecked también han reportado fallas en los sistemas de geolocalización en la misma área.
De acuerdo con el portal GPSJAM, especializado en la generación de mapas de posibles interferencias de GPS, las anomalías detectadas coincidieron temporalmente con ejercicios militares del destructor estadounidense USS Gravely (DDG-107) en Trinidad y Tobago, a aproximadamente 11 kilómetros de la costa continental de Venezuela. Este portal fue uno de los que alertó sobre la aparición de las interferencias en la región.
Ante este escenario, el boletín de la Oaci y la Ops recomienda a todos los operadores aéreos que sobrevuelen el territorio afectado “tomar las medidas apropiadas para garantizar la seguridad de sus vuelos”. Entre las acciones sugeridas, se insta a las tripulaciones a “utilizar fuentes de navegación alternativas” al GPS, como los sistemas de radioayuda tradicionales, y se solicita a los pilotos “notificar cualquier anomalía detectada” a los servicios de control de tránsito aéreo, con el fin de monitorear la magnitud y evolución del problema.
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