El inicio del periodo escolar 2024-2025 el pasado 30 de septiembre trae consigo el retorno de antiguos desafíos que necesitan urgente atención. Entre ellos, el mejoramiento del Programa de Alimentación Escolar (PAE) se erige como una prioridad indispensable en un país donde el 51,9% de la población vive en condiciones de pobreza multidimensional, según datos recientes de la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi).
La imperante necesidad de asegurar la alimentación en las escuelas es crucial para permitir que los niños concluyan su ciclo educativo satisfactoriamente. Sin embargo, las cifras son alarmantes: durante 2023, alrededor del 10% de las inasistencias escolares se debieron a la falta de alimento en el hogar o en la escuela, y solo el 62% de los estudiantes pudieron beneficiarse del PAE.
Carmen Teresa Márquez, presidenta de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), denunció que en el periodo escolar 2023-2024, relativamente pocas escuelas recibieron el beneficio del PAE. Subrayó la urgente necesidad de restaurar el programa «para tantos niños que no tienen cómo comer en sus casas».
El problema de la dieta no balanceada es otro aspecto crítico que merece atención. Según José*, director de un plantel público en la parroquia Sucre de Caracas, el PAE proporciona principalmente arroz y pasta, mientras que las proteínas se limitan a pollo, mortadela y sardinas. Márquez destaca que una dieta rica en carbohidratos no es suficiente para mantener la salud de los estudiantes ni para facilitar un mejor aprendizaje.
Por su parte, Raúl Parra, miembro del Sindicato Venezolano de Maestros del Distrito Capital, advierte que la insuficiencia de alimentos adecuados a través del PAE ha sido una constante en las escuelas administradas por el Gobierno nacional, y teme que esta situación continúe en los próximos meses.
A pesar de este panorama, el ministro de Educación, Héctor Rodríguez, anunció medidas para mejorar la situación. En sus declaraciones del 25 de septiembre, afirmó que para el año escolar actual, el PAE atenderá a cuatro millones de niños, en contraste con el millón atendido durante el periodo 2023-2024. Además, reveló la distribución de más de 3.000 congeladores en escuelas para facilitar el almacenamiento adecuado de los productos del PAE.
Rodríguez asegura que se realizarán esfuerzos para fortalecer la capacidad logística del programa, incrementar la atención a estudiantes y docentes, y mejorar el menú para ofrecer una alimentación más balanceada. Con más de 26.000 planteles públicos en todo el país, la mejora del PAE es esencial no solo para proporcionar una comida nutritiva, sino para garantizar el derecho a la educación de los estudiantes más vulnerables.
La comunidad educativa y las autoridades enfrentan, pues, el desafío de hacer del PAE una herramienta efectiva para combatir la desnutrición y mejorar el rendimiento académico de los escolares en Venezuela.
