El ministro del Interior y Justicia de Venezuela, Diosdado Cabello, manifestó este lunes su escepticismo en torno a la posible reanudación de las relaciones diplomáticas entre Chile y Venezuela. Durante una rueda de prensa organizada por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Cabello argumentó que el interés del gobierno chileno de restablecer estos lazos responde a un deseo de «acomodarse con su amo».
Cabello, quien también funge como uno de los principales voceros del PSUV, afirmó que Venezuela no ha agredido a ningún país, pero acusó a «gobiernos títeres» de atacar frecuentemente a los venezolanos que residen en estos países. «Nosotros no nos hemos metido con nadie en el mundo. A nosotros nos han agredido gobiernos títeres como el de Chile, y agreden constantemente a los venezolanos que están en Chile”, declaró. Asimismo, recordó que, en los años setenta, Venezuela acogió a un gran número de chilenos que llegaron al país en busca de asilo.
Las tensiones diplomáticas entre Venezuela y Chile se intensificaron el pasado mes de agosto. El presidente chileno, Gabriel Boric, expresó su preocupación por la falta de transparencia en el proceso electoral venezolano después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamara a Nicolás Maduro como ganador el 28 de julio. Esta declaración llevó al Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile a anunciar oficialmente, el 7 de enero, el fin de la misión del embajador Jaime Gazmuri en Venezuela, marcando así la ruptura diplomática entre ambos países. La decisión se basó en las irregularidades observadas en los comicios y la negativa del gobierno venezolano a reconocer la legitimidad de las elecciones.
A pesar de las tensiones, la ministra del Interior chilena, Carolina Tohá, declaró recientemente que el gobierno chileno está dispuesto a restablecer los lazos diplomáticos con Venezuela. «Chile necesita mantener ese vínculo porque tenemos una enorme comunidad venezolana en nuestro país», subrayó Tohá.
Esta afirmación de Chile de restablecer relaciones ocurre en un contexto de creciente población venezolana en el país sudamericano, lo que resalta la necesidad de un diálogo diplomático fluido entre ambos gobiernos para atender las necesidades de los ciudadanos venezolanos en territorio chileno.
El futuro de las relaciones entre Chile y Venezuela aún es incierto, pero las declaraciones de ambos bandos sugieren un escenario de complejidad diplomática que requerirá de soluciones cuidadosas y negociaciones abiertas.