La desaparición del abogado colombiano Edwin Iván Colmenares, de 34 años, ha encendido las alarmas sobre las detenciones de colombianos en Venezuela bajo el gobierno de Nicolás Maduro. Edwin, oriundo de Cúcuta y funcionario jurídico de Corpodinco, cruzó la frontera hacia el estado de Apure el 1 de noviembre con la intención de tomar una ruta más corta hacia Cúcuta para visitar a su madre, Dolly García. Sin embargo, fue detenido por la guardia venezolana y desde entonces, su paradero es desconocido.
Dolly García, madre de Edwin, vive en una constante angustia mientras busca desesperadamente cualquier rastro de su hijo. Según relató a EL TIEMPO, Edwin fue retenido al ser solicitado por sus documentos y, aunque logró notificar a una compañera sobre su detención, desde entonces no ha habido noticias de él. La familia ha instado a la Cancillería colombiana a pronunciarse respecto a este caso, que no es el primero en suceder en la frontera colombo-venezolana.
En un contexto similar, Arley Espitia, un joven boyacense de 24 años, también se encuentra retenido en Venezuela. Detenido desde el 13 de septiembre, Arley fue acusado por las autoridades venezolanas de ser parte de un grupo de mercenarios. Su familia, sin embargo, defiende su inocencia, describiendo a Arley como un agricultor dedicado, sin vínculos con grupos armados.
Lorena Espitia, hermana de Arley, expresó su frustración ante la falta de respuestas de las autoridades colombianas respecto al futuro y la libertad de su hermano. Según Lorena, las acusaciones son infundadas, resaltando el trabajo honesto de su hermano en una salsamentaria y un almacén de obleas antes de su viaje a Bogotá.
Diosdado Cabello, ministro para el Interior, Justicia y Paz de Venezuela, divulgó en una rueda de prensa un mapa de supuestos infiltrados, incluyendo a Espitia, catalogándolo como «mercenario» y acusándolo de vínculos con grupos paramilitares. Sin embargo, esta versión es rechazada firmemente por su familia, quienes aseguran que Arley ha dedicado su vida al trabajo agrícola.
La situación de Edwin Colmenares y Arley Espitia subraya las tensiones en la frontera colombo-venezolana y plantea serias interrogantes sobre el trato a ciudadanos colombianos en Venezuela. Los familiares de ambos colombianos esperan que las gestiones diplomáticas contribuyan a esclarecer los hechos y aseguren el regreso seguro de sus seres queridos. La comunidad internacional observa de cerca esta situación, que podría tener implicaciones significativas para las relaciones bilaterales entre Colombia y Venezuela.
El Tiempo