Diego Pumar Farfán, un joven de 18 años cuya vida transcurría entre el estudio y el emprendimiento familiar de alquiler de lavadoras en Barinas, se encuentra actualmente recluido en el Centro Penitenciario de Aragua, conocido como Tocorón, bajo acusaciones de terrorismo. El 29 de julio, apenas un día después de las elecciones presidenciales en Venezuela, Pumar fue interceptado por funcionarios policiales mientras realizaba sus actividades cotidianas y fue trasladado sin explicaciones a la sede de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Tras una audiencia telemática, se le imputaron cargos de terrorismo, una acusación que su familia sostiene es injusta e infundada. Desde entonces, han transcurrido 96 días de presidio, durante los cuales sus familiares han encabezado una campaña para exigir su liberación, afirmando su inocencia.
El pasado sábado 2 de noviembre, la familia Pumar salió a las calles en Alto Barinas con carteles en mano, en una protesta pacífica clamando por la libertad de Diego. Los allegados del joven, desolados por la situación, relatan cómo su vida había estado dedicada al estudio y el trabajo honesto, sin relación alguna con conductas delictivas.
La madre de Diego es un pilar de fuerza en esta batalla, viajando repetidamente desde Barinas a Maracay, donde se encuentra enclavado el penal de Tocorón, reafirmando incesantemente la inocencia de su hijo: «Mi hijo no es terrorista«, declara con firmeza.
La familia Pumar Farfán ha sido testigo de la complicada realidad venezolana, siempre conscientes del deterioro económico, social e institucional que atraviesa el país. Sin embargo, jamás pensaron que este contexto adverso les golpearía tan de cerca, llevándose a uno de sus miembros a enfrentar una acusación tan severa.
Este caso resuena como un llamado a la justicia en medio de un clima nacional tenso, donde los derechos individuales y las garantías legales se ven constantemente desafiados. La comunidad espera que la verdad prevalezca y que el sistema judicial actúe con equidad y transparencia.
Fuente La Patilla