El Ministerio de Seguridad de Argentina ha denunciado la detención de un gendarme argentino en territorio venezolano, acción que ha desencadenado una serie de reclamaciones diplomáticas por parte del gobierno de Javier Milei. El gendarme, Nahuel Agustín Gallo, empleado local de la representación diplomática argentina en Venezuela, fue arrestado bajo presuntas acusaciones de espionaje mientras intentaba ingresar al país para visitar a su familia.
Nahuel Gallo, residente en Uspallata, Mendoza, había viajado a Venezuela durante su licencia con el propósito de reunirse con su esposa e hija de dos años. Sin embargo, a su llegada, fue aprehendido por organismos de seguridad del Estado venezolano, lo que ha sido calificado por las autoridades argentinas como una violación de las normas internacionales de protección diplomática.
En respuesta, la Cancillería argentina emitió un comunicado destacando que esta detención «no es un hecho aislado», sino que forma parte de una «campaña sostenida de hostigamiento, intimidación y violencia psicológica» contra los asilados y empleados de la misión argentina en Venezuela. Asimismo, la Cancillería ha enfatizado que esta acción representa «una violación flagrante e inaceptable» de las normas internacionales que garantizan la inviolabilidad de las sedes diplomáticas y la protección de su personal.
El gobierno argentino ha solicitado la colaboración de la Cancillería para presentar un reclamo formal ante el gobierno de Nicolás Maduro y ha hecho un llamado «urgente» a la comunidad internacional para respaldar este reclamo con firmeza.
La noticia de la detención fue recibida por el Ministerio de Seguridad el pasado 10 de diciembre, aunque la información no se hizo pública hasta este 13 de diciembre. Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de Argentina, expresó su disconformidad a través de X (anteriormente Twitter), exigiendo la «liberación inmediata de este ciudadano argentino» y advirtiendo que «cada minuto que lo retengas va a ser un paso más hacia tu propio fin», en referencia al mandatario venezolano.
Este incidente se suma a las ya tensas relaciones diplomáticas entre Argentina y Venezuela, y plantea un desafío significativo para ambos gobiernos en el ámbito internacional.