San Felipe- En el estado Yaracuy, alrededor de 150 pacientes renales enfrentan condiciones críticas para acceder a su tratamiento, debido a un sistema de diálisis que opera con solo 42 máquinas distribuidas en tres unidades —dos en San Felipe y una en Bruzual—, muchas de ellas con años de uso y frecuentes fallas técnicas.
De acuerdo con un reportaje de Cotejo.info, las unidades disponibles no cubren la demanda, especialmente tras el cierre de la unidad de Independencia en 2023. Desde entonces, los pacientes se concentran principalmente en el Hospital Central de San Felipe, donde llegaron 15 nuevas máquinas como última dotación, pero sin nuevas reposiciones desde entonces.
A las fallas técnicas se suma la interrupción constante del servicio eléctrico, lo que obliga a reducir las sesiones de hemodiálisis de tres a solo dos horas, afectando directamente la eficacia del tratamiento. Además, la falta de planta eléctrica, filtraciones, fallas en la planta de ósmosis y hasta presencia de roedores han sido denunciadas por pacientes y personal médico.
Esperanza Rodríguez, presidenta de la Asociación Civil de Pacientes Renales Pablo Navea, advirtió: “Las fallas de las máquinas son un problema que no puede esperar. Aunque el mantenimiento ha mejorado, nuestras vidas dependen de equipos que se dañan con frecuencia”.
La situación se agrava por la escasez de especialistas, ya que en algunos centros un nefrólogo solo asiste cada 15 días. El resto del tiempo, los pacientes son atendidos por médicos generales, en contra de la normativa oficial.
El alto costo del transporte también limita el acceso al tratamiento, especialmente para quienes viven en zonas rurales. Muchos deben usar hasta dos autobuses por trayecto, lo que representa un gasto insostenible para quienes acuden tres veces por semana a sus terapias.
En medio de esta crisis, el gobernador de Yaracuy, Leonardo Intoci, anunció en agosto la construcción de una nueva sede de diálisis con 30 máquinas de última tecnología, en el Ambulatorio Dr. Manuel Alcalá Medina (municipio Independencia). Además, informó sobre trabajos de rehabilitación en la Unidad Yaracuy y programas de atención médica complementaria.
Si bien estos anuncios ofrecen una esperanza, los pacientes advierten que los problemas estructurales del sistema siguen sin resolverse, mientras el Sistema de Procura de Órganos y Tejidos (SPOT) continúa paralizado en Venezuela desde hace más de ocho años.
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