En un contexto de tensiones políticas en Venezuela, el ministro de Interior y Justicia, Diosdado Cabello, negó este jueves la detención de la líder opositora María Corina Machado. Según Cabello, las alegaciones sobre su captura eran parte de un plan orquestado por Machado para provocar una reacción internacional.
Durante una declaración pública, Cabello expresó: «Ella está loca porque nosotros la capturemos. Ese era el plan de ella: decirle al mundo que fue capturada para ver qué generaba. Como vio que no generó nada, tuvo que salir con el rabo entre las piernas, grabando un video diciendo que estaba bien, que se le había perdido su cartera azul». Estas manifestaciones se realizaron en el contexto de las marchas y manifestaciones del 9 de enero.
Cabello enfatizó que todo se trataba de «un invento, una mentira», desmintiendo así cualquier acción gubernamental contra la política opositora. Esta declaración fue compartida en redes sociales, alcanzando una amplia difusión en plataformas como Twitter, donde la cuenta @ReporteYa reportó el evento acompañado de un fragmento del discurso.
El incidente ocurre en un momento delicado para el gobierno venezolano, caracterizado por una creciente presión tanto nacional como internacional. La figura de María Corina Machado ha ganado notoriedad en su papel de líder de la oposición, frecuentemente criticando las políticas del gobierno actual. Sin embargo, la campaña de Machado parece no haber obtenido el impacto deseado con esta estrategia, si bien las declaraciones del ministro avivaron el debate sobre las tácticas empleadas por ambos lados del espectro político.
Este suceso, marcado por la polarización política, subraya la complejidad del escenario político en Venezuela, donde cada acción y declaración adquiere una significativa relevancia. La atención ahora se centra en las reacciones internacionales y en cómo este episodio pueda influir en futuros eventos políticos en el país.