El avión preferido de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez, un Falcón 900 EX de fabricación francesa, aterrizó hoy en el aeropuerto de Fort Lauderdale, marcando el fin de su vínculo con Venezuela. La aeronave, que fue decomisada en marzo pasado en República Dominicana, permanecerá en Estados Unidos y no regresará a suelo venezolano.
El avión fue confiscado por la Procuraduría General de República Dominicana a solicitud de Homeland Security Investigations (HSI), tras descubrir que su presencia en el país caribeño violaba las sanciones impuestas por Estados Unidos contra el régimen de Nicolás Maduro. El Falcón 900 EX estaba en mantenimiento en Santo Domingo cuando se realizó el decomiso.
La operación estuvo liderada por la procuradora adjunta Yeni Reynoso Gómez, apodada “La Funcionaria de Hierro”, quien enfrentó intensas presiones de Delcy Rodríguez para que se le devolviera la aeronave. A pesar de los intentos de la vicepresidenta venezolana por recuperar el avión, Reynoso Gómez se mantuvo firme en la decisión de confiscarlo.
Este decomiso subraya la rigurosa vigilancia de las agencias estadounidenses sobre los altos funcionarios del chavismo, quienes han sido conocidos por disfrutar de lujosos aviones privados con aparente impunidad. La acción reafirma el compromiso de las autoridades norteamericanas en la implementación de sanciones y la persecución de bienes asociados con el régimen venezolano.
El avión, valorado en millones de dólares, se convierte en un símbolo de la presión internacional sobre el gobierno de Maduro, mientras las investigaciones y las sanciones continúan afectando a los altos funcionarios del régimen.