En una reciente y notable fluctuación del mercado cambiario venezolano, el dólar paralelo experimentó una caída significativa al situarse en 97,14 bolívares la mañana de este lunes. Este valor representa un descenso del 9,2% en tan solo tres días, en comparación con los 101,59 bolívares registrados el pasado viernes por la tarde.
La tendencia descendente se intensificó a partir de un pico máximo de 106,94 bolívares alcanzado durante la mañana de ese mismo viernes, configurando el valor más elevado en lo que va del año. No obstante, al observar el comportamiento del dólar paralelo desde el inicio del mes de marzo, cuando se cotizaba en 77,77 bolívares, se evidencia un incremento del 24,8%. Asimismo, comparado con la tasa del 2 de enero, que se ubicaba en 66,29 bolívares, el alza acumulada es del 46,5%.
Mientras tanto, el Banco Central de Venezuela estableció el precio oficial del dólar en 69,56 bolívares este mismo 31 de marzo, manteniendo una brecha considerable entre ambas tasas. Este diferencial ha llevado tanto a compradores como a vendedores de divisas, así como a comerciantes, a adoptar un precio promedio de referencia que actualmente se sitúa en torno a los 83 bolívares por dólar en sus transacciones.
La volatilidad del tipo de cambio ha tenido un impacto significativo en la capacidad de planificación de ciudadanos y empresarios. Dado que los precios de bienes y servicios suelen ajustarse según la cotización del dólar paralelo, muchos venezolanos enfrentan dificultades para mantener su poder adquisitivo y cubrir los gastos básicos.
Expertos en economía señalan que la fluctuación del dólar responde a diversas variables, como la oferta y demanda de divisas, la intervención del Banco Central de Venezuela y las expectativas económicas en un entorno de restricciones financieras.
En este contexto, Nicolás Maduro se pronunció el viernes, instando a la población a no «promover» el uso del dólar paralelo. Durante la instalación del Consejo Nacional de Economía Productiva, defendió la cotización oficial como el mecanismo construido para garantizar estabilidad económica. Maduro atribuyó la fluctuación a un aumento en la demanda de dólares, que él describió como un «sobrecalentamiento» del comercio, con un 40% más de demanda de divisas.
Además, vinculó el alza del dólar paralelo con las sanciones de Estados Unidos, particularmente la decisión de no renovar la licencia de Chevron y la imposición de un arancel del 25% a la compra de petróleo venezolano.
Con el mercado de divisas mostrando una dinámica compleja, las perspectivas indican que se continuarán observando variaciones en el tipo de cambio, lo que podría seguir afectando la economía y la vida cotidiana en Venezuela.
Espiga Noticias