Familiares de los detenidos en la cárcel de Tocuyito, Carabobo, han alzado su voz para denunciar graves condiciones de desnutrición y malas prácticas dentro del penal. Desde que los reclusos fueron trasladados el 26 de agosto, sus familiares solo los han podido ver una vez, enfrentándose a un impactante deterioro en su estado físico y emocional.
Uno de los rostros de esta situación es el de un esposo que pasó de pesar 98 a solamente 65 kilos. Este testimonio es solo uno de muchos que ilustran la alarmante situación alimentaria que enfrentan los reclusos. Según sus familiares, los alimentos proporcionados en el centro de detención están contaminados con gusanos, pelos y en estado de descomposición.
El Clamor de los Familiares
Los familiares se han mantenido firmes a las afueras del penal, exigiendo que se les permita llevar alimentos a sus seres queridos. “Nosotros los familiares necesitamos ayuda urgente, que nuestros hijos reciban comida e hidratación porque se nos están muriendo”, afirman desesperados aquellos cuyos seres queridos se encuentran tras las rejas.
Las historias son diversas pero comparten un mismo dolor: un padre que dejó su trabajo para estar cerca de su hijo detenido, una madre que viaja diariamente a Tocuyito desde Los Guayos con la esperanza de ver a su esposo, y una abuela que llora al ver a su nieto debilitado y nervioso.
Condiciones Carcelarias Inhumanas
Durante su única visita, los familiares describieron procedimientos estrictos y deshumanizantes con los detenidos. “No puedes abrazar a tu familiar, cualquier infracción puede llevar a una sanción y suspensión de la visita”, relata la abuela de uno de los detenidos. La situación se agrava al narrar los intentos de coacción por parte de las autoridades, quienes presionan a los detenidos a aceptar culpabilidad por delitos de terrorismo, ofreciéndoles sentencias de 27 años sin beneficios.
A pesar de las promesas de juicio, los familiares carecen de confianza en el sistema legal, puesto que los defensores legalmente asignados no han brindado claridad ni mostrado documentos que demuestren la inocencia de los acusados.
Derechos Humanos Bajo Amenaza
Organizaciones como Justicia, Encuentro y Perdón y Provea han denunciado la coacción ejercida sobre los detenidos, calificándola de violación de derechos humanos y etiquetándola como una forma de terrorismo de Estado. Estas organizaciones recalcan que cualquier confesión obtenida bajo presión carece de validez legal.
Este sombrío panorama se replica en otras cárceles del país, donde se denuncia presión y maltratos físicos para forzar confesiones de delitos no cometidos. La angustia de los familiares es palpable, pues saben que sus seres queridos enfrentan una dura batalla, no solo por su libertad, sino por su dignidad y supervivencia.