Los familiares de Josnars Baduel, un preso político recluido en la cárcel de El Rodeo I, estado Miranda, han reclamado la presentación de una fe de vida tras cinco semanas sin acceso a visitas. La denuncia fue realizada este lunes, luego de que la restricción a las visitas familiares se mantuviera sin justificación aparente.
Andreina Baduel, hermana de Josnars, expresó a través de sus redes sociales su preocupación: «la única certeza que tenemos es que su vida está en riesgo en el Rodeo I. El aislamiento e incomunicación es tortura«. En este contexto, solicitó que se brinde una fe de vida o que se permitan las visitas para verificar el estado físico y psicológico de su hermano.
La restricción ha sido calificada como «arbitraria e indefinida» por Andreina Baduel, quien también participó en una manifestación frente al Ministerio Público. Esta protesta forma parte de la denominada «Ruta por la Libertad». Según su testimonio, al menos veinte presos políticos en El Rodeo I han visto limitadas sus llamadas y visitas desde diciembre pasado, lo que incrementa la angustia de sus seres queridos.
Josnars Baduel fue condenado el 22 de mayo de 2020 por el Tribunal 1° de Juicio con competencia en Terrorismo, junto a otras 28 personas. Se le imputaron delitos como terrorismo, traición, conspiración, tráfico de armas y asociación para delinquir, relacionados con la llamada «operación Gedeón». Este intento de invasión por las costas venezolanas tuvo lugar entre el 3 y el 4 de mayo de 2020.
De acuerdo con el Foro Penal Venezolano, hasta el 24 de febrero se registraban 1.060 presos políticos en el país, incluyendo cuatro adolescentes. En un reciente comunicado, la Fiscalía General anunció la excarcelación de 110 personas detenidas por motivos políticos tras las elecciones presidenciales del 28 de julio.
Entre los excarcelados destacan casos como el de Carlos Valecillos, quien sufrió de depresión severa en la cárcel de Tocorón e intentó suicidarse en diciembre pasado, y Cristian Albornoz, diagnosticado con esquizofrenia y que no recibió el tratamiento adecuado durante su reclusión.
El panorama de los presos políticos en Venezuela sigue siendo preocupante, reflejando un sistema que los defensores de los derechos humanos describen como opaco y represivo. La falta de comunicación y el aislamiento a los que están sometidos algunos detenidos, como Josnars Baduel, continúan siendo motivo de alarma para sus familias y organizaciones internacionales.