El gobierno de Nicolás Maduro inauguró recientemente la plaza de La Victoria en Caracas, marcando la conmemoración de los 80 años del triunfo del Ejército Rojo soviético sobre la Alemania Nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Este conflicto bélico dejó un saldo de 26 millones de soviéticos fallecidos, incluidos 8 millones de soldados.
Durante la ceremonia de apertura del nuevo espacio, la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, destacó el espíritu antiimperialista y antifascista que caracteriza a Venezuela. «Nosotros desde Venezuela, con ese espíritu antiimperialista, con el espíritu del antifascismo, rendimos homenaje a la gran Rusia, pero sirve también para que la llama sagrada siga iluminando los pasos de la humanidad por la paz y por la libertad», afirmó Rodríguez.
El evento contó con la asistencia de destacados funcionarios venezolanos, como los ministros de Interior y Defensa, Diosdado Cabello y Vladimir Padrino López, respectivamente, así como el embajador de Rusia en Venezuela, Sergey Mélik-Bagdasárov. La inauguración incluyó presentaciones de bailes y una exposición fotográfica sobre la Segunda Guerra Mundial.
Además de honrar al Ejército Rojo, la plaza celebra los 80 años de relaciones diplomáticas entre Venezuela y Rusia. Durante la ceremonia, se llevó a cabo un espectáculo con drones, que mostró las siluetas de los mandatarios Vladimir Putin y Nicolás Maduro, junto con las banderas de ambos países.
La vicepresidenta enfatizó que el monumento es un homenaje a las «historias de verdad» y refleja el espíritu de los pueblos antifascistas. «Fue el glorioso pueblo ruso quien dio lecciones derrotando al nazismo, derrotando a esa terrible, oprobiosa maquinaria de muerte, de odio, de racismo, de arrogancia», añadió.
En representación de la solidaridad y cooperación, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, viajó a Rusia para participar en las conmemoraciones del 80 aniversario de la victoria soviética. Durante su visita, fue recibido por Putin en el Kremlin, donde firmaron un Acuerdo de Asociación Estratégica y Cooperación.
El Ejército Rojo soviético fue una fuerza militar clave en la derrota de la Alemania nazi. Tras la guerra, jugó un rol importante en la ocupación de parte de Alemania y en la influencia sobre varias naciones del centro y este de Europa, que se convirtieron en estados satélites del Bloque soviético.
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