Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, ha vuelto a estar en el centro de la polémica al anunciar el adelantamiento de las festividades navideñas en su país, una medida que ha sido objeto de críticas tanto dentro como fuera de sus fronteras. En esta ocasión, el mandatario no dudó en calificar de «imbéciles» y «mercenarios» a los periodistas y sectores que cuestionaron la decisión, defendiendo con firmeza su postura en su programa semanal de televisión.
El anuncio, realizado a inicios de octubre, marcó el inicio de las celebraciones navideñas en Venezuela, en pleno contexto de denuncias internacionales por fraude electoral tras las elecciones del pasado julio. Sin embargo, esta no es una decisión inesperada, ya que desde 2013, Maduro ha implementado la tradición de adelantar las celebraciones navideñas como una estrategia para distraer a la población de los problemas internos y, según él, combatir las «malas energías».
Durante su intervención, Maduro destacó que: “No es la primera vez, imbéciles, mercenarios, tarifados, ya lo hemos hecho antes”. Estas palabras encendieron aún más la discusión mediática, avivando el debate sobre el trasfondo político de tal determinación. Además, tildó a sus detractores de «gafos», insistiendo en que les molesta ver la «felicidad» del pueblo venezolano.
A lo largo de su trayectoria presidencial, Maduro ha proclamado en múltiples ocasiones la Navidad antes de lo tradicional, destacando años peculiares como 2015 al 30 de octubre y 2023 al 1 de septiembre. Con cada adelanto, su discurso ha sido similar, enarbolando las festividades como un bálsamo contra la adversidad económica y social que enfrenta Venezuela.
Por otro lado, el mandatario también aprovechó este escenario para aludir, aunque de manera indirecta, a la líder opositora María Corina Machado, acusándola de querer sumir al país en violencia y discordia. “¡Bendiciones de la Navidad adelantada para la República Bolivariana de Venezuela! Y que le arda a la derecha mundial. Si les arde, que se rasquen. Nosotros estamos felices”, exclamó Maduro, en un gesto desafiante ante las críticas externas.
Con un trasfondo cargado de tensiones políticas y sociales, el adelanto de la Navidad vuelve a centrar el debate no solo en los medios, sino también entre los ciudadanos de un país que busca escapar, aunque sea temporalmente, de los retos actuales. Este ritual anual de adelantamiento navideño parece ser una característica constante en el mandato de Maduro, destinada a dar un respiro emocional al pueblo, según las justificaciones del propio presidente.
En definitiva, mientras las festividades navideñas comienzan su curso atípico en Venezuela, el mundo observa expectante, interrogándose sobre las verdaderas intenciones y el impacto de esta polémica decisión.
Cortesía EFE