En Venezuela, el panorama del suministro de gas presenta desafíos significativos, ya que al menos el 90% de la población depende de bombonas de gas para sus necesidades de cocina. Esta situación ha sido resaltada por Antero Alvarado, socio director de Gas Energy Latin America, quien subrayó el potencial impacto que podría tener en el servicio del país el reciente incidente en el complejo Muscar de Pdvsa, ubicado en Monagas.
Durante una entrevista concedida a Circuito Éxitos 99.9 FM, Alvarado destacó la limitada cobertura de gas directo, disponible sólo para un 7% de los venezolanos. «Solamente algunas zonas de Caracas y Maracaibo están gasificadas, pero es muy ineficiente. Muy poca gente tiene gas directo», señaló Alvarado, poniendo en evidencia la lejanía de una solución integral en el país.
Tras el evento en el complejo gasífero de Monagas, que conllevó a la paralización temporal de las plantas de extracción y fraccionamiento de gas, se ha informado que estas ya se encuentran plenamente recuperadas después de 15 días de intensos trabajos por parte de Pdvsa. Sin embargo, el incidente ha puesto de relieve la fragilidad del sistema y la necesidad de un replanteamiento.
Replanteamiento del Negocio de Gas
Para Antero Alvarado, el reciente incidente debería ser un catalizador para repensar el negocio del gas en Venezuela. A diferencia de otros combustibles, el gas exige un alto nivel de confiabilidad, 24 horas al día y los 365 días del año, algo que actualmente no se garantiza debido al estado crítico de los complejos productores.
Además, el experto señaló que los precios bajos del gas en el país, tanto para productores privados como para la estatal Pdvsa, desincentivan su explotación en comparación con el más lucrativo sector petrolero. «Todas las empresas que vienen aquí quieren buscar petróleo; nadie se dedica al tema del gas hasta que ocurren estos accidentes y el gas vuelve a ser un tema», manifestó Alvarado, reflejando la falta de interés existente.
A raíz de lo acontecido en Monagas, se recalca la urgencia de un nuevo enfoque en la industria del gas en Venezuela, uno que contemple no solo la ampliación de la infraestructura, sino también la creación de condiciones económicas que hagan de su explotación un emprendimiento atractivo. La situación actual insta a las autoridades y empresas a revisar estrategias y políticas que aseguren un suministro estable y eficiente para la mayoría de los venezolanos que dependen de este recurso esencial.
El Nacional
