El número de presas políticas en Venezuela alcanzó las 100, según el equipo de monitoreo y documentación de la ONG Caleidoscopio Humano, tras la reciente detención de seis mujeres en el contexto de las elecciones del pasado 25 de mayo.
Durante una rueda de prensa el pasado viernes 23 de mayo, el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, anunció que al menos 70 personas fueron arrestadas entre el 21 y el 26 de mayo, en relación con un supuesto plan terrorista dirigido a sabotear los comicios. Cabello precisó que entre los detenidos, al menos 10 son mujeres, aunque solo reveló la identidad de cuatro de ellas. No dio detalles sobre su paradero ni sobre los cargos que enfrentan, limitándose a presentar fotos de reseñas policiales sin ofrecer información adicional sobre la investigación en curso.
Entre las detenidas se encuentra la defensora de derechos humanos, abogada y profesora universitaria Rocío San Miguel, víctima de un proceso judicial considerado irregular. Otro caso destacado es el de Emirlendris Carolina Benítez Rosales, arrestada el 5 de agosto de 2018 mientras estaba embarazada; tras sufrir torturas por parte de las autoridades, sufrió un aborto. También figura Yosida Venegas, de 67 años, madre del sargento Juan Carlos Monasterio, quien fue detenido por presunta implicación en un intento de magnicidio. Entre las detenciones recientes destaca la periodista Nakary Mena Ramos, arrestada en abril junto a su esposo Gianni González por la supuesta publicación de una noticia falsa.
Caleidoscopio Humano ha alertado sobre la condición de vulnerabilidad de estas 100 mujeres ante la carencia de mecanismos de protección de derechos humanos, condiciones de detención dignas y seguras, así como políticas de igualdad de género en el acceso a la justicia y protección en Venezuela.
La ONG advierte que las presas políticas están expuestas a múltiples riesgos, tales como:
- Violencia de género y sexual: las detenidas pueden ser objeto de abusos físicos, sexuales o psicológicos por parte de las autoridades, incluyendo malos tratos, violación o explotación.
- Falta de acceso a atención médica especializada: dificultades en recibir atención adecuada, especialmente en casos de embarazo, lo que incrementa la vulnerabilidad a complicaciones.
- Discriminación y trato diferenciado: las detenidas pueden enfrentar humillaciones y discriminación basadas en su género.
- Situaciones de pobreza y exclusión social: la vulnerabilidad socioeconómica dificulta el acceso a asesoría legal y protección adecuada.
- Falta de protección para madres y mujeres embarazadas: la carencia de atención especializada pone en riesgo la salud de estas mujeres y sus hijos.
- Estigma y discriminación social: la estigmatización limita el acceso a la justicia y al apoyo social.
La situación de estas mujeres subraya la necesidad urgente de implementar políticas que garanticen el respeto y protección de sus derechos en el contexto venezolano.
📌Yalida Mendoza
— Caleidoscopio Humano (@CaleidoHumano) June 4, 2025
📌Nelida Maita
📌Naomi Arnaudez
📌Lourdes Villareal
📌Catalina Ramos
Estas mujeres se suman a la lista de las más de 100 que todavía siguen víctimas de la prisión https://t.co/1EZMfWdo0S#LiberenALasPresasPoliticas pic.twitter.com/LVG8aBoh8B
Espiga Noticias