La líder opositora María Corina Machado ha denunciado una “operación cruel” emprendida por el régimen de Nicolás Maduro contra la familia de Edmundo González Urrutia. Esta acusación surge tras la detención, el pasado mes de enero, de Rafael Tudares, yerno de González Urrutia.
Machado expresó en una transmisión a través de su cuenta de Instagram que los venezolanos pueden no comprender la magnitud de esta operación, que ella califica de monstruosa, en la que se intenta forzar una elección entre la familia, el país y el mandato de González Urrutia. “Lo que significa usar a la familia para una operación cruel y monstruosa, de ponerlo a él como que tuviera que escoger entre su familia, su país y su mandato”, destacó Machado.
Por su parte, González Urrutia informó que atraviesa momentos difíciles debido a la falta de información sobre el paradero de su yerno. “No sabemos dónde lo tienen”, aseguró en el mismo espacio.
Desaparición de Rafael Tudares
Mariana González, hija de González Urrutia, expresó su preocupación por el desconocimiento del paradero de su esposo, Rafael Tudares, detenido hace 40 días por funcionarios del régimen. En una publicación en X (anteriormente Twitter), compartió: “No se tiene información sobre su estado de salud, su ubicación ni situación actual”.
La detención de Tudares coincide con el arresto de otros siete políticos opositores, incluido el excandidato presidencial Enrique Márquez, y el director de Espacio Público, Carlos Correa, quien fue excarcelado posteriormente bajo medidas cautelares. Mariana González, visiblemente afectada por la situación, relató cómo sus hijos sueñan con su padre. “Rafa, esta semana nuestros hijos han soñado mucho contigo. Rezamos todas las noches para que sus sueños se hagan realidad”, compartió.
Aplicación del Método Sippenhaft
La táctica empleada por el régimen de Maduro ha sido comparada con el Sippenhaft, un principio legal medieval germánico adaptado por Heinrich Himmler durante la Segunda Guerra Mundial. Esta estrategia justificaba la detención y castigo de los parientes de los acusados del complot para asesinar a Adolf Hitler en 1944.
En esa época, el castigo a los familiares de los conspiradores incluía el encarcelamiento y, en algunos casos, la confiscación de sus bienes. Los arrestos se extendieron a abuelos, suegros e incluso hijos menores de 16 años, quienes fueron confinados en un campamento en Bad Sachsa. La aplicación de este método refleja un intento de presión mediante la afectación a seres queridos.
El caso de Tudares y la situación de su familia resaltan las tensiones políticas actuales en Venezuela, donde las acciones contra figuras opositoras y sus círculos cercanos han suscitado críticas nacionales e internacionales.