El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha acusado al Gobierno de Argentina de estar involucrado en un supuesto plan para atentar contra la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez. Durante un acto con autoridades civiles, policiales y militares, Maduro señaló que se trata de una «agresión fascista internacional contra Venezuela» respaldada por el «imperialismo norteamericano».
El mandatario explicó que un grupo de 125 «mercenarios» extranjeros, provenientes de «25 nacionalidades, incluidos venezolanos», fue detenido en el país. Según Maduro, este grupo salió «desde el sur de América con planes específicos para intentar atentar contra la vida de la vicepresidenta», y afirmó que el gobierno del presidente argentino, Javier Milei, está «directamente» involucrado en estos «planes violentos».
El ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Diosdado Cabello, detalló que los detenidos tenían como «primera misión» atentar contra Rodríguez, quien además funge como titular de la cartera de Hidrocarburos. Cabello indicó que estas personas también tenían «tareas específicas de atacar servicios públicos, actos terroristas y atentar contra dirigentes de la revolución bolivariana».
En diciembre, el Ministerio Público de Venezuela anunció una investigación contra los ministros argentinos de Exteriores y de Seguridad, Gerardo Werthein y Patricia Bullrich, respectivamente, en relación con el caso del gendarme Nahuel Gallo, quien está detenido en Venezuela por «graves hechos que atentan contra la seguridad» del país.
Ante estos acontecimientos, el gobierno venezolano anunció el despliegue de 1.200 efectivos militares en todo el territorio nacional con el objetivo de «garantizar la paz» de cara a la toma de posesión presidencial programada para el próximo 10 de enero. En esta fecha, tanto Maduro como el líder opositor Edmundo González Urrutia, quien también reivindica la victoria en los comicios de julio, aseguran que asumirán la presidencia para el período 2025-2031.