El gobernante venezolano Nicolás Maduro habría cambiado sus hábitos de seguridad y de vida cotidiana ante el aumento de la presión del gobierno de Estados Unidos para que abandone el poder, de acuerdo con un artículo del periodista Anatoly Kurmanaev publicado en The New York Times y basado en testimonios de personas cercanas al gobierno venezolano.
En las últimas horas, la administración de Donald Trump incrementó las amenazas contra Maduro, después de una llamada de 15 minutos entre el presidente de Estados Unidos y el mandatario venezolano, en la que este último habría planteado condiciones para dejar el poder que resultaron inaceptables para Washington. Desde Estados Unidos se ha anunciado además que el próximo ataque contra el llamado Cartel de los Soles —del que acusan a Maduro de encabezar— sería por tierra, lo que podría interpretarse como una posible acción dentro del territorio venezolano con el propósito de poner fin al régimen chavista.
El artículo de Kurmanaev describe cambios en los hábitos del gobernante venezolano frente a este escenario. Según el texto, “el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha reforzado su seguridad personal, incluyendo cambios de cama, y se ha apoyado en Cuba, un aliado clave, ante la creciente amenaza de una intervención militar estadounidense en el país, según varias personas cercanas al gobierno venezolano”.
Esas fuentes describieron un ambiente de “tensión y preocupación” en el círculo íntimo de Maduro, y afirmaron que el gobernante considera que mantiene el control y que puede enfrentar lo que presentan como la amenaza más grave en sus 12 años de gobierno. De acuerdo con los testimonios citados, Maduro estaría “cambiando frecuentemente de lugar de descanso y de teléfono móvil”. Estas precauciones se habrían intensificado desde septiembre, cuando, según las mismas fuentes, Estados Unidos comenzó a concentrar buques de guerra y a atacar embarcaciones que, de acuerdo con la administración Trump, traficaban drogas desde Venezuela.
Para reducir el riesgo de traición, las fuentes indicaron que “Maduro también ha ampliado el papel de los guardaespaldas cubanos en su equipo de seguridad personal y ha asignado más oficiales de contrainteligencia cubanos al ejército venezolano”. Maduro, que encabeza un régimen de carácter militar, habría ordenado además la preparación armada de las “milicias”, integradas por civiles que lo apoyan, y reforzado su esquema de seguridad.
En contraste con estas medidas internas, el artículo señala que en público Maduro ha tratado de minimizar las amenazas provenientes de Washington, adoptando una apariencia despreocupada y relajada. En este sentido, ha asistido a eventos públicos sin previo aviso, ha bailado en actos oficiales y ha difundido videos de propaganda en la red social TikTok.
El reportaje se basa en entrevistas con siete personas cercanas al gobierno venezolano, que hablaron bajo condición de anonimato por temor a represalias o por no estar autorizadas a declarar públicamente. Según el artículo, el Ministerio de Comunicación de Venezuela, responsable de atender las consultas de prensa del gobierno, no respondió a una solicitud de comentarios.
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