El gobierno de Nicolás Maduro calificó como un «acto de sumisión vergonzoso» las recientes sanciones impuestas por Canadá. Este viernes, el país norteamericano impuso medidas contra ocho funcionarios venezolanos, lo que ha generado una firme respuesta de la administración de Maduro, que considera estas sanciones como «ridículas e inútiles». Las autoridades venezolanas afirman que estas acciones son para actuar como «mero ejecutor de las agresiones diseñadas en Estados Unidos».
Las sanciones canadienses están dirigidas contra Douglas Rico, Carlos Terán, Carlos Calderón, Florencio Escalona, Leonel García, Ronny González, Manuel Castillo y José Ramón Figuera Valdez. Según el comunicado del gobierno de Nicolás Maduro, estas medidas son un «lamentable intento de Canadá por congraciarse con los designios que se emanan desde su metrópoli en Washington», sugiriendo una falta de independencia en la política exterior canadiense.
Estas medidas se basan en el Reglamento sobre Medidas Económicas Especiales (Venezuela) y están diseñadas para presionar al régimen de Nicolás Maduro y fomentar el respeto a los derechos humanos y la democracia en Venezuela. Canadá argumenta que estas sanciones son parte de un esfuerzo más amplio para promover la transparencia y la restitución democrática en el país sudamericano.
Desde 2017, Canadá ha implementado seis rondas de sanciones contra figuras vinculadas al régimen venezolano, en el marco de la Ley de Justicia para Víctimas de Funcionarios Extranjeros Corruptos. Las primeras sanciones se dirigieron a cuarenta individuos acusados de desestabilizar las instituciones democráticas. En 2018, tras elecciones presidenciales consideradas ilegítimas por la comunidad internacional, se impusieron sanciones a 14 personas adicionales.
Durante 2019, las medidas afectaron a 43 altos funcionarios vinculados con acciones represivas. Las adiciones más recientes en diciembre de 2024 y enero de 2025 elevaron el número total de personas sancionadas a 139.
La ministra de Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, indicó que las sanciones reflejan el «compromiso duradero de Canadá de defender la democracia y el Estado de derecho». En su comunicado, hizo un llamado a todas las partes a «iniciar negociaciones que garanticen la voluntad democrática del pueblo venezolano y permitan un proceso de transición pacífica».
Las sanciones están diseñadas para disuadir futuras acciones contra periodistas, líderes opositores y la sociedad civil. Canadá asegura que estas medidas se complementan con otras acciones internacionales, enviando un mensaje claro al régimen de Nicolás Maduro de que no se tolerarán violaciones a los derechos humanos.
Las sanciones incluyen la congelación de activos de los individuos sancionados en Canadá, además de prohibiciones económicas para personas y entidades canadienses, tanto dentro como fuera del país.
Ante la denuncia de la Misión Independiente de la ONU sobre represión en Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro ha manifestado su rechazo a las sanciones canadienses y ha declarado que «no reconocerá jamás estas medidas absurdas», reservándose el derecho de aplicar acciones recíprocas. El panorama diplomático se mantiene tenso mientras la comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos en Venezuela.
El Nacional
