En una sesión del Consejo Nacional de Economía Productiva, Nicolás Maduro presentó varias medidas para enfrentar lo que denominó el «dólar de guerra». Afirmando que el comercio se ha «sobrecalentado», Maduro anunció la creación de nuevos mecanismos tecnológicos que promuevan la interacción y desarrollo del mercado cambiario en Venezuela, defendiendo así el dólar de mercado.
El dirigente enfatizó la necesidad de revisar los motores productivos del país, abogando por la sustitución de importaciones, el impulso a la producción nacional y una restricción arancelaria severa sobre el consumo suntuoso. También propuso implementar una política de unificación impositiva. Maduro instó a la población a desestimar el uso del «dólar de guerra» y a respetar el dólar de mercado, afirmando que no es un dólar oficial ya que no lo fijan las autoridades.
Sobre la reciente inestabilidad cambiaria, Maduro explicó que ha sido consecuencia de un «recalentamiento» económico, principalmente en el comercio, lo cual resultó en un incremento del 40% en la demanda de divisas. A pesar de este fenómeno, destacó que el dólar de mercado continuó funcionando.
Aunque no presentó anuncios concretos en materia cambiaria, subrayó sus políticas de sustitución de importaciones y protección de la producción nacional, mencionando la eliminación de impuestos municipales que afectan la producción primaria.
En términos de crecimiento económico, Maduro informó que en el primer trimestre del año la economía muestra una consolidación con un crecimiento no menor al 4.5% del Producto Interno Bruto (PIB). Maduro destacó la importancia de estar preparados para garantizar el abastecimiento y el crecimiento económico del país.
En busca de diversificar las fuentes de ingreso, Maduro propuso que las exportaciones se conviertan en la principal fuente de divisas, con la intención de reducir la dependencia del petróleo. Afirmó que este cambio hacia una economía autónoma ya está en marcha, desafiando la dependencia histórica del petróleo.
Finalmente, Maduro concluyó con un llamado a seguir construyendo una economía equilibrada y productiva, afirmando que no existe un manual externo para esta labor, sino que se trata de un esfuerzo propio y nacional.