Nicolás Maduro, en medio de crecientes tensiones, ha instado a los venezolanos a mantener nervios de acero frente a lo que describe como una agresión sistemática por parte de Estados Unidos. Durante un encuentro con parlamentarios caribeños, el presidente venezolano denunció una «guerra psicológica» dirigida a distorsionar la realidad nacional y justificar un cambio de régimen.
Maduro acusó a Washington de desplegar una narrativa “extravagante y calumniosa” con el objetivo de desestabilizar Venezuela y apropiarse de sus recursos energéticos estratégicos. En sus declaraciones, subrayó que Venezuela posee la principal reserva petrolera del mundo y la cuarta más grande de gas, lo que, según él, la convierte en un objetivo geopolítico.
Afirmó que la campaña internacional busca “robarnos la riqueza” y someter al país a intereses extranjeros bajo el disfraz de ayuda humanitaria. Asimismo, Maduro enfatizó que la única vía para resistir es la «máxima unión nacional», necesaria para reconstruir la economía y recuperar el tejido social dañado.
El impacto del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos, que según Maduro ha provocado la pérdida del 99% de los ingresos nacionales, ha afectado gravemente a la población. Como respuesta, el gobierno trabaja por superar la desigualdad y construir una democracia comunal, directa y participativa.
En su intervención, el presidente también denunció el despliegue militar estadounidense en el Caribe como una provocación con implicaciones judiciales, políticas y diplomáticas. Citó que Venezuela tiene el derecho, según leyes internacionales, de defender su soberanía ante posibles agresiones militares extranjeras.
Maduro llamó a los ciudadanos a no caer en la desesperanza y a mantenerse firmes ante lo que considera una guerra de cuarta generación. Reiteró que la resistencia no solo es política, sino también emocional, y requiere convicción, disciplina y claridad sobre el rumbo nacional. Con este mensaje, busca cohesionar a la población en torno a una narrativa de defensa y reconstrucción nacional.
Las tensiones diplomáticas continúan escalando mientras Venezuela reafirma su postura de resistencia y presenta denuncias ante organismos internacionales. El llamado a tener nervios de acero se convierte en una consigna clave para enfrentar la presión externa sin perder el enfoque interno.
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