Nicolás Maduro planteó este miércoles una reforma constitucional que busca ampliar y modernizar al máximo la carta magna de Venezuela, vigente desde 1999, cuando fue impulsada por el fallecido presidente Hugo Chávez. Este proceso de actualización constituye un esfuerzo por «ratificar la estructura de la Constitución que cambió la historia de Venezuela» al tiempo que se busca ampliar y actualizar «todas sus normas y mandatos», según lo reseñado por Efe.
Durante una reunión con la comisión encargada de este proceso, Maduro hizo un llamado a la dirigencia —encabezada por el fiscal general, Tarek William Saab, e integrada mayoritariamente por personas de confianza del líder— a que conduzca el proceso de manera «creativa, audaz e inteligente», incorporando a «toda la nación venezolana». Destacó la motivación popular hacia esta reforma, promoviendo la activación del «poder popular constituyente» para lograr una Constitución más inclusiva y modernizada.
El objetivo es ampliar los derechos políticos y desarrollar lo que denominó una «democracia real directa del pueblo», además de abordar cuestiones económicas que, a su juicio, «quedaron insuficientes» en la Constitución actual. En su intervención, Maduro instó a la comisión a presentar un proyecto definitivo de reforma en un plazo de 90 días, basado en un trabajo preliminar que incluye 80 artículos, aunque no profundizó en su contenido.
La comisión que trabaja en esta reforma está integrada también por figuras cercanas a Maduro, como su esposa Cilia Flores, la vicepresidenta Delcy Rodríguez, y el diputado Hermann Escarrá. Colaborarán además altos funcionarios como Jorge Rodríguez, presidente de la AN; Caryslia Rodríguez, presidenta del Supremo; Elvis Amoroso, presidente del ente electoral; y el titular de Defensa, Vladimir Padrino.
En respuesta, el pasado lunes, el partido opositor Movimiento al Socialismo (MAS) instó a la unidad de la oposición para enfrentar esta reforma, advirtiendo sobre el «dominio de un solo sector» en el proceso. Esta advertencia subraya las tensiones políticas que rodean la iniciativa de reforma propuesta por el régimen.
La discusión sobre la reforma constitucional continuará siendo un punto focal en el panorama político venezolano, con un impacto potencialmente significativo en la estructura gubernamental y los derechos ciudadanos.