Nicolás Maduro, pidió este lunes a sus ministros de Cultura e Interior, Ernesto Villegas y Diosdado Cabello, iniciar gestiones para trasladar los restos del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, desde la Catedral Primada de Quito hasta su ciudad natal, Cumaná, en Venezuela.
Maduro expresó su deseo de “rescatar” los restos del prócer, lo que reabre un debate histórico que ha surgido en distintas ocasiones entre Ecuador y Venezuela. Sin embargo, la solicitud enfrenta un desafío, pues Sucre dejó constancia escrita de su voluntad de descansar en suelo ecuatoriano. En una carta fechada el 12 de diciembre de 1825, indicó: “Pienso que mis huesos se entierren en el Ecuador, o que se tiren dentro del volcán Pichincha”.
Los restos de Sucre descansan oficialmente en un mausoleo de la Catedral de Quito desde el 4 de junio de 1900, luego de décadas de traslados clandestinos tras su asesinato en 1830 en Berruecos, sur de Colombia. Su viuda, Mariana Carcelén, ocultó el lugar de sepultura para proteger su cuerpo de conflictos políticos, hasta que el Gobierno de Eloy Alfaro logró localizarlo y darle sepultura formal.
Antonio José de Sucre, héroe de la independencia latinoamericana, lideró victorias decisivas en Pichincha, Ayacucho y Tarqui, y contribuyó a la consolidación de la Gran Colombia. Su legado es compartido entre Venezuela y Ecuador, donde formó una familia y dejó un vínculo histórico profundo.
La solicitud actual del Gobierno venezolano podría abrir un debate diplomático y cultural sobre la memoria histórica y el respeto a los deseos del prócer, cuya figura sigue siendo símbolo de independencia y unidad en América Latina.
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