En un esfuerzo por desbloquear la compleja situación diplomática que afecta a varios opositores venezolanos, Magallí Meda, exmiembro del equipo de campaña de Edmundo González y María Corina Machado, ha sugerido al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, encabezar una iniciativa para facilitar los salvoconductos a quienes se encuentran resguardados en la embajada de Argentina en Caracas.
Durante una entrevista concedida a RTVE, la televisora estatal española, Meda expresó su frustración ante la prolongada espera que han enfrentado los opositores, quienes llevan más de un año asilados en la embajada. «Se entiende que hay un proceso de negociación, de conversación, dos o tres meses, pero ya ha pasado más de un año. Es inaceptable, es increíble… falta liderazgo, falta de justificación por parte de los gobiernos democráticos del mundo para hacer respetar la norma y entregar lo que es nuestro derecho, un salvoconducto y la salida segura», afirmó Meda.
Los cinco opositores que permanecen en la embajada han sido objeto de acoso por parte de las fuerzas de seguridad, enfrentando problemas en el suministro eléctrico y dificultades para acceder a alimentos. La situación se agravó con el fallecimiento de un sexto opositor bajo arresto domiciliario, lo que ha puesto de manifiesto las tensiones diplomáticas tras la ruptura de relaciones entre Caracas y Buenos Aires.
Edmundo González Urrutia, en sus redes sociales, calificó de «rehenes» a los cinco opositores asilados, denunciando que han sido aislados y privados de servicios básicos. «Este trato inhumano refleja lo que viven miles de presos políticos en el país», comentó González Urrutia.
Meda insiste en la necesidad de un liderazgo claro para resolver esta situación, sugiriendo que el Gobierno de Pedro Sánchez asuma un papel protagónico. «Hace falta una justificación diplomática y que la lidere alguien. ¿Por qué no puede ser el gobierno de Pedro Sánchez quien asuma el rol de liderar lo que es un derecho?», planteó.
La situación demanda una respuesta diplomática urgente que respete el derecho internacional y garantice la seguridad de los asilados, poniendo a prueba las capacidades diplomáticas de las naciones involucradas.
El Nacional
